Impresionante El Juli en Olivenza: Cuatro orejas y un rabo
Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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08/03/2014 | Olivenza | Antonio Ferrera, El Juli, Manzanares, Perera | Domingo Hernández | Dos orejas y dos orejas y rabo |
Olivenza (Badajoz). Sábado 8 de marzo de 2014
Segunda de Feria. Lleno de No Hay Billetes. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández, el sexto premiado con la vuelta al ruedo.
Antonio Ferrera (de azul y plata) ovación tras petición y dos orejas; El Juli (de gris plomo y oro) dos orejas y dos orejas y rabo; José María Manzanares (de marino y oro) ovación y ovación; y Miguel Ángel Perera (de verde hoja y oro) ovación y palmas.
La temporada ha comenzado al ciento por ciento. O incluso más. Porque está por encima de todo porcentaje el nivel ofrecido por El Juli en Olivenza: cuatro orejas y un rabo son sólo el resumen final de dos faenas pletóricas, impresionantes y de recuerdo obligatorio. El madrileño anunció que haria de 'cada cita un sueño' y lo cumplió. Estuvo a la altura del gran ambiente de una ciudad volcada en el toro, que llenó la plaza hasta agotar el papel.
Fue un toro hondo, bajo, con cuello y bravo, enrazado, con temperamento. Pareció que no rompía en los primeros compases, pero El Juli no sólo lo hizo romper, sino que consiguió que se viniese arriba para formarle un auténtico lío con las dos manos. Imposible bajar más la mano en los muletazos. Después de eso, un arrimón escandaloso, en la que no se movió ni un ápice por más cerca que estuviese el toro. Nivel altísimo, faenón que rubricó con una estocada casi entera. Cortó las dos orejas y el rabo. Había cortado dos orejas del segundo, un toro con movilidad y raza al que también obligó a romper para adelante. A base de tocarlo y aguantarlo, logró que fuese a más en todo momento y, pletórico de capacidad, hizo lo que quiso con él. Tras una estocada rotunda, el doble trofeo.
El Juli le cortó las dos orejas y el rabo al sexto. Faena redonda, maciza, sólida, llena de entrega y capacidad ante un toro que sacó buen fondo gracias a la autoridad y el mando que impuso El Juli en una labor importante. Mano baja y sometimiento. El final de faena fue de gran intensidad. Muy quieto el torero, se dejó llegar al toro muy cerca en un serio arrimón. Mató de estocada casi entera y paseó los máximos trofeos. Vuelta al ruedo para Descorchador.
Firmeza, temple y pulso fueron las claves de la faena de El Juli al segundo, un toro con movilidad y transmisión. Hubo sometimiento y el toro, que embistió descompuesto en el inicio, se entregó a la muleta de Julián. Buenos fueron los remates de pecho. Faena limpia, ligada y de notable solvencia del madrileño que finalizó con adornos, remates variados y una contundente estocada.
Mucha cadencia tuvieron las verónicas de saludo de Juli al segundo, armoniosas y lentas. Fue de imponente seguridad un trasteo de construir embestidas a su gusto para luego reventar por abajo al buen toro, sometiendo voluntad y dictando sus órdenes con la planta atornillada y haciendo girar alrededor al animal. Tuvo raza y tuvo bravura el de Domingo para aguantar hasta el final la tremenda exigencia de Julián. Una gran estocada fue el preludio del doble trofeo.
Fácil anduvo Juli con el percal para lancear al buen sexto, de fijeza perfecta para un Juli gozalón que se lo pasó por la bragueta con la seguridad de un encantador. Preciso en los toques, abandonado a la obra y olvidado del cuerpo mientras se pasaba los pitones por la taleguilla, disfrutando de cada muletazo de mano bajísima, con media muleta arrastrando. La estocada corta bastó para cortarle el rabo.