Bilbao: Ovación tras petición para El Juli en tarde sin opciones de triunfo
Fecha |
Plaza |
Cartel |
Ganadería |
Resultados |
20/08/2013 |
Bilbao |
El Juli, Manzanares |
El Pilar |
Ovación tras petición, silencio y silencio |
Bilbao, martes 20 de agosto de 2013.
Más de tres cuartos. Toros de El Pilar.
El Juli (de berenjena y oro) ovación tras petición, silencio y silencio; y José María Manzanares (de grana y oro) palmas, silencio y silencio.
mundotoro
Porque hubo un momento de contagio general, casi como si nada se esperase ya, a pesar de las ganas evidentes de Juli, en contraste con la parsimonia de Manzanares. Cada cual en su estilo y el hand to hand sin aparecer. Huno una faena de una técnica pulcra y perfecta, la de El Juli al que abrió plaza, estrecho y zancudo, de salida sin fuerza, bien mimado, afianzado por el torero y evitando dos cosas, a veces un gazapeo y a veces reponer. Una faena de oreja luego de estocada. Exceptuando ese momento de precisión de El Juli, el mano a mano fue agua sin gas. Un segundo de manos y cruz altas, estrecho de atrás y de sienes, se movió poco y mal, a su aire la cara, y manzanares hizo una faena de pausas, parsimoniosa en el ir y venir con una gran estocada.
Un tío fue el tercero, pero un tio que marcó pronto querencia a chiqueros y el que por fin vimos algo de capote. Porque exceptuando dos lidias de salida del madrileño y un quite por delantales y otro por chicuelinas, no hubo atisbos de rivalidad. Se rajó a la tercera tanda del torero. El cuarto, el más chico, fue el de mejor tranco y son , pero sin fuerza alguna en una faena deslucida y sin eco. Tuvo el cuarto tres tandas de embestida corta empujadas por El Juli, que había brindado el respetable, pero echó el cierre antes de la hora legal que permite la raza y la bravura.
aplausos
Sólo dos ovaciones. Ese fue el exiguo balance del cuarto festejo de las Corridas Generales de Bilbao. La expectación se tornó en decepción en el mano a mano sostenido entre El Juli y Manzanares. Una sosa corrida de El Pilar, carente de transmisión, se cargó el espectáculo y, al final, no llegó a darse ni una sola vuelta al ruedo.
Faena de carácter y raza de El Juli, que lo administró al principio y atacó al final, especialmente en dos series, una por cada lado, que tuvieron gobierno y mano baja. Muy por encima del toro. Hubo firmeza y seguridad en el toreo de cercanías y contundencia con la espada. El tercero, como los dos anteriores, fue un toro alto que resultó deslucido y desclasado. Mucho mejor El Juli que el toro. El madrileño trató de alargar la embestida de un animal bajo de raza, que no humilló y tuvo corto recorrido. Lo obligó y sometió en una serie. Y se rajó el toro. Mató de estocada entera.
Brindó el quinto El Juli al público con la mejor de las intenciones y es que el toro se movió mejor que sus hermanos en los primeros tercios. Lo provocó Julián a base de toques fuertes y de uno en uno logró muletazos sueltos ante un toro sin clase, ni empuje ni casta. Se aplomó el toro. Estocada a la segunda.