El Juli roza la puerta grande en Pamplona
Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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12/07/2013 | Pamplona | Padilla, El Juli, Jiménez Fortes | El Pilar | Oreja y ovación |
Sus toros apenas contaron con un puñado de retales, pero tan estrecho fragmento fue suficiente para que El Juli les diseñara un traje a medida. El torero madrileño ofreció una tarde más un muestrario de su capacidad camaleónica para adaptar tu técnica a las prestaciones de cada toro. Al primero le robó una oreja y al segundo, al que armó un trasteo de impresivible consistencia, no le cortó nada porque la espada no entró, pero con cuatro toros sin posibilidades ha dejado una gran sensación en su paso por Pamplona.
Mucha suavidad y buen temple tuvo el recibo de Juli en los lances al segundo, toro hondo y cuajado de Moisés Fraile al que midió mucho en el caballo para preservarle la buena condición en la embestida. También fue suave el quite por chicuelinas de Fortes, que dejó el vuelo caer en lugar de obligar con él. Aún así duró poco el animal en la muleta de un Juli de magistral mimo en el trapo, que alargó muletazos hasta donde fue imposible y administró los tiempos para intentar que fuera ligado lo poco que permitiese la feble condición del toro. Impecable en la estocada, se le pidió y se le concedió la primera oreja de la tarde. Muy poco se dejó torear en el capote el hermoso quinto, castaño serio y entipado, cinqueño, como toda la corrida, estrecho de sienes y mirada de hombre. Chicuelinas templadas dejó en el quite Juli, que lo abrochó con una bella media, con mucha personalidad. Sometió mucho en el inicio, con el toque fuerte y obligado en el embroque para que terminase de definirse para bien o para mal el de El Pilar. Grande la capacidad de Julián para colocarse en la rectitud, ofrecerla con verdad y exigir un tranco más a la hora de finalizar el viaje. Una tanda diestra de gran poder, otra más con la zurda dejando clara su capacidad.
La primera oreja la paseó El Juli frente al segundo, un toro que, aunque tuvo calidad, le faltó fuerza y empuje a la hora de seguir los engaños. El Juli, que lo mimó durante toda la lidia, extrajo alguna serie meritoria por ambos lados. Faena inteligente, a la altura de las circunstancias. Mató de estocada casi entera, cuyo efecto rápido fue clave para que se le concediera la primera oreja de la tarde. El Juli volvió a tirar de técnica y recursos para sacarle el máximo partido a su oponente, un toro al que, al igual que sus hermanos, le faltó empuje y entrega. Faena larga la de Julián, en la que poco a poco fue construyendo las series con paciencia, fe y poder. Mató de media estocada al segundo intento y tuvo que recurrir al descabello.