Crónicas

Crónicas de Julián López

Importante El Juli, que roza la puerta grande de Pamplona

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
14/07/2012 Pamplona El Fundi, El Juli, Castella Victoriano del Río Silencio y oreja

 

Pamplona. Jueves 12 de julio de 2012
Plaza de toros de La Misericordia. Octava de San Fermín. Lleno de no hay billetes. Toros de Victoriano del Río, 1º, 4º y 5º con el hierro de Toros de Cortés.
El Fundi (de tabaco y oro) oreja y ovación; El Juli (de nazareno y oro) silencio y oreja; Sebastián Castella (de negro y oro) ovación tras petición y silencio

El mundo

Trató siempre El Juli de romperlo más hacia adelante aún por las dos manos. Los momentos de pasión se vivieron en el estandarte de los terrenos ojedistas. Juli en alarde de valor haciendo ochos con el toro, el descaro y el desplante de valor. Pinchó, enterró una estocada trasera y se perdió una oreja de a lo mejor las dos debidas. En Pamplona nunca se sabe. Pedirse se pidió. Una estuvo bien ganada. Zabala de la Serna

mundotoro

Porque el primero de Juli, muy pesado y basto, sacó su genio sin pasar nunca, con la cara por las nubes, sin romper ni una sola vez a pesar de que el torero trató por los pitones de corregir el defecto, en la distancia larga, y en la más corta.  Ese y el de venirse gazapeando. Sin entregarse nunca, echó pronto El Juli el cierre para irse tras la espada abriéndose en el embroque. Abrió  la cuna el quinto, toro de cara alta en el peto y  que hizo hilo con descaro hacia adentro  en banderillas, persiguiendo a Alvaro Montes hasta asomarse por la barrera. Siempre mejor por el lado derecho, en el capote y en la lidia en banderillas, le dio distancia el torero para una tanda de inercia pura, de velocidad. Sin apretarle nunca, hubo dos más por donde el toro se desplazó sin rebosarse por abajo. Nunca se dejó tropezar.  Por el pitón izquierdo echó el ancla y el segundo pase era de recorrido muy corto, muy agarrado al piso. Incluso echando la cara por arriba. La faena fue volcán en la cercanía de circulares, en la mezcla de toreo contrario y natural. El Juli con las pinturas de guerra. Pero pinchó y luego la estocada cayó trasera y el puntillero le dio vida. CRV

ABC

El Juli entendió a la perfección al quinto, que acudía con nobleza a las telas aunque con la embestida algo rebrincada. Salió a por todas, con mucha raza, para agarrar el triunfo. Pinchó antes de una estocada caída y cortó una oreja.

La Razón

Clarísimo lo tenía el torero madrileño: de Pamplona no se iba a ir así como así aunque le quedara otra tarde más en sanfermines. El toro tuvo buen pitón derecho, se desplazaba con nobleza, transmisión y cierto picante. Por ahí hizo faena Juli. A derechas, a veces rotundo, otras más irregular, no tan macizo como nos tiene acostumbrados. Al toro por el izquierdo le faltaba vuelo y Juli tiró de habilidad (y enorme valor) para meterse entre los pitones, pasarse al toro, de inmensos pitones, por aquí y por allá sin moverse... Hasta que Pamplona, sol y sombra, se metió de lleno en la faena. Lo tenía Juli ya en la mano, el pinchazo rebajó el premio. Una oreja. El ambiente olía a  puerta grande. Patricia Navarro

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