Importante El Juli, que roza la puerta grande de Pamplona
Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
---|---|---|---|---|
14/07/2012 | Pamplona | El Fundi, El Juli, Castella | Victoriano del Río | Silencio y oreja |
Trató siempre El Juli de romperlo más hacia adelante aún por las dos manos. Los momentos de pasión se vivieron en el estandarte de los terrenos ojedistas. Juli en alarde de valor haciendo ochos con el toro, el descaro y el desplante de valor. Pinchó, enterró una estocada trasera y se perdió una oreja de a lo mejor las dos debidas. En Pamplona nunca se sabe. Pedirse se pidió. Una estuvo bien ganada. Zabala de la Serna
Porque el primero de Juli, muy pesado y basto, sacó su genio sin pasar nunca, con la cara por las nubes, sin romper ni una sola vez a pesar de que el torero trató por los pitones de corregir el defecto, en la distancia larga, y en la más corta. Ese y el de venirse gazapeando. Sin entregarse nunca, echó pronto El Juli el cierre para irse tras la espada abriéndose en el embroque. Abrió la cuna el quinto, toro de cara alta en el peto y que hizo hilo con descaro hacia adentro en banderillas, persiguiendo a Alvaro Montes hasta asomarse por la barrera. Siempre mejor por el lado derecho, en el capote y en la lidia en banderillas, le dio distancia el torero para una tanda de inercia pura, de velocidad. Sin apretarle nunca, hubo dos más por donde el toro se desplazó sin rebosarse por abajo. Nunca se dejó tropezar. Por el pitón izquierdo echó el ancla y el segundo pase era de recorrido muy corto, muy agarrado al piso. Incluso echando la cara por arriba. La faena fue volcán en la cercanía de circulares, en la mezcla de toreo contrario y natural. El Juli con las pinturas de guerra. Pero pinchó y luego la estocada cayó trasera y el puntillero le dio vida. CRV
El Juli entendió a la perfección al quinto, que acudía con nobleza a las telas aunque con la embestida algo rebrincada. Salió a por todas, con mucha raza, para agarrar el triunfo. Pinchó antes de una estocada caída y cortó una oreja.
Clarísimo lo tenía el torero madrileño: de Pamplona no se iba a ir así como así aunque le quedara otra tarde más en sanfermines. El toro tuvo buen pitón derecho, se desplazaba con nobleza, transmisión y cierto picante. Por ahí hizo faena Juli. A derechas, a veces rotundo, otras más irregular, no tan macizo como nos tiene acostumbrados. Al toro por el izquierdo le faltaba vuelo y Juli tiró de habilidad (y enorme valor) para meterse entre los pitones, pasarse al toro, de inmensos pitones, por aquí y por allá sin moverse... Hasta que Pamplona, sol y sombra, se metió de lleno en la faena. Lo tenía Juli ya en la mano, el pinchazo rebajó el premio. Una oreja. El ambiente olía a puerta grande. Patricia Navarro