Olivenza: Inmenso Juli, que abre la puerta grande
Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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03/03/2012 | Olivenza | El Juli, Perera, Talavante | Garcigrande | Oreja y oreja |
Olivenza (Badajoz). Sábado 3 de marzo de 2012.
Plaza de Toros de Olivenza. Segunda de feria. Lleno de 'no hay billetes'. Toros de Garcigrande.
El Juli (de marino y oro) oreja y oreja; Miguel Ángel Perera (de rioja y oro) oreja y dos orejas; Alejandro Talavante (de celeste y oro) dos orejas y palmas.
"El Juli paseó la primera oreja de la tarde en el primero. Tampoco había que ser adivino para predecir la actitud de El Juli esta tarde y en Olivenza. Muy bonito el de Garcigrande, que sin embargo, no tuvo continuidad en la muleta, razón por la que se subió El Juli literalmente encima, en una faena arrebatadora. Gran estocada y oreja. Parecerá reiterativo contar el tremendo nivel que alcanzó El Juli en su tauromaquia. Muy bien con el capote de recibo y después en un quite con varias verónicas de cartel de toros e insuperable con la muleta frente a un toro noble aunque de poca transmisión que pareció perder la vista en el inicio del trasteo, pero que El Juli entendió a la perfección. Esta vez se atascó con la espada recibiendo solo una oreja".
"Magníficas las hechuras del que estrenó la tarde oliventina. Castaño, bajo, hecho hacia adelante, como un todo dibujado para embestir. Pero El Juli en el capote ya se dio cuenta que iba a faltar toro, y de los lances de gobierno genuflexo paso a aliviarlo. Una chicuelina intercalada y media airosa. Puyazo mínimo y un quite enfrontilado por saltilleras con el viaje escaso como factor a la contra. Brindó Juli al respetable y sobre la mano derecha condujo, enseñó y al final ayudó la embestida. Ligaba sin forzar. Bien los de pecho. Se quedaba sin enemigo el torero al natural y sobrado de poderío por circulares invertidos que ponían la emoción cuando le quitaba la muleta de la cara. Tres veces las puntas del quedo animal rozaron la banda de la taleguilla. El espadazo por todo lo alto fue bestial. Una oreja. Se pidió la segunda. No hubo cuajo en la pañolada. No se daba un euro en Olivenza por altote cuarto de andares raros. El Juli interpretó la verónica con tempo. Y luego en lección de técnica lo metió en la muleta. Ciencia, limpieza, madurez y saber. Incluso se atrevió, dominada la materia, con la arrucina atalavantada. El toro en sus manos pareció mejor de lo que aparentaba. Su fondo le sacó. Con la espada dentro, lo siguió toreando al natural. La colocación contraria citó tarde a la muerte. Un pinchazo antes. Un aviso y la oreja trabajada".
"La corrida de la tarde de hoy tiene muchas lecturas. Una tarde triunfal y festiva si los acontecimientos del invierno no hubieran condicionado, y de qué manera, el devenir de la temporada. Julián López El Juli se había erigido en el cabecilla del denominado G-10, en su cruzada en busca la dignidad del torero en el marco de los derechos de imagen. Julián recibió al que abrió plaza por verónicas, intercaló chicuelina y remató con media a pies juntos. Lo midieron en el caballo y se echó el capote a la espalda en un quite de más exposición que limpieza. En los medios, buscó Juli la altura precisa en una primera seria por la diestra. Logró buenos derechazos en la siguiente. Menos recorrido tenía el astado por la zurda. No se lo pensó el madrileño, y se pegó un arrimón de espanto. Qué manera de ofrecer los muslos y entregarse. Una faena de responsabilidad, de compromiso con la Fiesta, de compromiso consigo mismo, de figura del toreo. La estocada, superior. Incontestable. Oreja de peso. Se sintió Juli a la verónica en el cuarto: compás abierto, manos bajas y lances mecidos, y hasta la misma boca de riego. A pies juntos entre las dos rayas inició la faena de muleta. Trató de dosificarlo el madrileño viendo que no andaba muy sobrado de facultades su oponente. Poderío y mando en las series por la derecha pero fue por la zurda por donde brotó el mejor toreo de Capitán Juli. Aguantó un parón de órdago cuando brotaba el toreo más despacio al natural. Derechazos encadenados acogidos con clamor y gusto en los remates. Pinchó por aguardar el fin de un fandango espontáneo del graderío. Amarró la estocada a la segunda y continuó toreando por naturales. Una oreja más al esportón. Capitán Juli preparado para la guerra".