Bogotá: El Juli concluye la temporada americana en hombros

Bogotá. Domingo 19 de febrero de 2012.

Plaza de toros Santamaría. Ultima corrida de la temporada. Casi lleno. Toros de Ernesto Gutiérrez.

Pepe Manrique (de tabaco y oro) oreja y tres avisos; El Juli (de tabaco y oro) oreja y oreja; y Alejandro Talavante (de lila y oro) palmas y ovación.

Alberto Lopera (mundotoro).

“Con broche de oro se ha cerrado la temporada colombiana 2011- 2012 en la plaza de Santamaría en una tarde primaveral, con los tendidos abarrotados que, a los gritos de torero…torero, despidieron por la Puerta Grande a Julián López “El Juli” quien cortó la oreja a cada uno de sus oponentes después de dictar dos clases magistrales de torería y entrega. Bordó primorosos lances de capa en su primero, especialmente ceñidas chicuelinas para luego hacer auténtica fiesta con la muleta en preciosa faena brindada al Procurador General de la Nación quien con su presencia en la barrera dio importante espaldarazo a las corridas seriamente amenazadas por el actual Alcalde de Bogotá. En el quinto volvió a estar en Maestro a pesar de dañarse el toro la pezuña, faena pletórica de técnica y entrega rematada con pinchazo y estocada que le valió otro trofeo que paseó en medio de las ovaciones y los claveles”.
 

Jorge Arturo Díaz Reyes (burladero).

“El Juli es capítulo aparte. Incluso cuando no está a tope, se sobra. Su lote, ayuno de bravura, tuvo el agravante de que el quinto se sintió de las dos manos, y él, pues por encima, inventando faenas, prodigando suertes, tapando carencias, magnificando virtudes, toreando toro y público, derrochando carisma, contagiando entusiasmos, agarrando pueblo. Sin desmayos, sin melindres, sin tacañería, igual arroba cuando da con el bravo y está inspirado, que cuando da con simplones y viene a cumplir, como esta tarde. Igual, el público, los toros y las orejas terminan en sus manos. El Juli es garantía. Por eso es quien és, por eso está donde está, y por eso tiene lo que tiene. Al segundo, un playero (es que no parecían Gutiérrez) le cosió veronicas, delantales, medias, chicuelinas y más medias, y con esa facilidad suya, muleta en mano, se lo llevó de tablas a medios por la diestra y con ello, a la clientela y a los músicos. El animal no quería, pero él sí, por encima le obligó y le hizo lo que quiso, en redondo, al derecho y la revés, por delante y por detrás, pa´fuera y pa´dentro. Dominio total. Pinchó, y, luego la estocada le quedó trasera, mucho. Nadie puso peros, ni el toro, el primero en doblar. La oreja cayó, claro”. 

Iván Parra (Aplausos).

“Julián López "El Juli" abrió la puerta grande de la Santamaría de Bogotá tras cortar dos orejas del mejor lote de una desigual corrida de Ernesto Gutiérrez. El madrileño sorteó en su primer turno un ejemplar descastado y rajado. El Juli lo entendió a la perfección y convenció a un toro que si bien tuvo un punto de mansedumbre embistió con suavidad a los engaños. Faena de muchos recursos poder y amor propio. Su segundo fue el más importante de la tarde. Juli toreó a placer un noble y bravo toro en una labor de gran calado. Hubo entrega del madrileño que fue correspondida con una afición volcada con la actitud del torero español”.

Foto: Luis Ramírez