Albacete: Grandiosa tarde de El Juli, por la puerta grande
Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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15/09/2011 | Albacete | Curro Díaz, El Juli, Talavante | Zalduendo | Oreja y oreja con petición |
Albacete. Jueves 15 de septiembre de 2011.
8ª de
Curro Díaz (de verde manzana y oro) ovación y oreja; El Juli (de verde botella y oro) oreja y oreja con fuerte petición de la segunda; y Alejandro Talavante (de azul cielo y oro) ovación y oreja.
“El Juli ha cortado dos orejas que pudieron haber sido más por una decisión incomprensible del palco, tras realizar la faena más significativa de la feria. El Juli se ha dejado crudito al segundo, un toro que ha tenido cierta violencia, aunque ha acudido pronto y fijo al cite. En todo momento, El Juli ha mandado en la situación en series de mano muy baja con derechazos poderosos y naturales muy profundos, sin dejar que nunca le tocara la tela. Toda una lección de mente clara, valor seco y técnica impecable. El premio de una oreja hubiera sido mayor de no resultar trasera la estocada casi entera y necesitar un golpe de verduguillo. La del quinto ha sido, sin duda, la faena más meritoria de toda
“Pudimos ver a un Juli en su segundo toro haciendo del animal una maravilla cuando en realidad sólo tenía mansedumbre que ofrecer. Y siempre con peligro. Sensacional Julián. La faena al quinto toro de la tarde de El Juli es sin duda lo mejor de lo vivido hasta el momento en
“El Juli estuvo muy bien con el segundo, un toro que tuvo movilidad y al que metió enseguida en el canasto de su muleta Julián. Toreó por ambos lados cada vez más ajustado y mejor en una faena de mano muy baja y muleta puesta en todo momento. Mató de un estoconazo. Soberbio estuvo El Juli con la mano izquierda ante el quinto, hasta el momento el mejor toro del encierro de Zalduendo. La faena era de dos orejas indiscutiblemente, pero el presidente optó por no conceder el doble trofeo al madrileño, que ejecutó una faena larga, de máxima entrega, y enorme de poderío y profundidad con la zurda, rematando los pases por debajo de la pala del pitón. Mató de un cañonazo”: Aplausos
“A estas alturas de temporada resulta más que evidente que un año más El Juli sigue siendo el único torero que tira del carro. Nadie puede dudarlo ni discutirlo. Por capacidad y resolución, la madurez torera de Julián sigue dejando tardes como la de ayer en la plaza de Albacete en la que hubo espectáculo”. Sánchez Robles (laverdad.es)
“El Juli lleva varias temporadas con un momento de madurez que le ha valido para ser una figura indiscutible y para que, como tal, le valgan más toros que nadie, incluidos los medio toros de ayer de Zalduendo, que si tenía poco presencia, dentro tampoco iban sobrados de casta, clase o entrega. Dio igual, ahí estaba El Juli, porque éste, apreciados José Tomás, tomistas o tomasistas, es el que no parece terrenal y la mejor prueba fueron sus dos faenas, sobre todo la segunda. El quinto de la tarde, un toro suelto en los primeros tercios y con arreones de manso, tuvo que rendirse a la muleta poderosa de El Juli en una gran faena, llena de técnica, temple, mando y muletazos de gran calado, como los hondos naturales que le recetó el diestro. Con la derecha bajó la mano y tiró del toro, siempre con la muleta puesta, para ligar las series y lograr que la faena fuese a más, hasta llegar al toreo al natural, donde la profundidad fue mayor, siempre con limpieza, pese a las protestas del toro, siempre con gusto. El remate de su labor fue un circular iniciado por la espalda, con el añadido de adornos y un valeroso desplante. La pena fue que la estocada fuese defectuosa, ya que el madrileño la dejó trasera y caída. Hubo petición de las dos orejas, pero como diría Curro, con la puerta grande ya abierta, son despojos, ya que lo importante fue el toreo. La faena al segundo de la tarde tampoco desmereció y, nuevamente, el diestro tuvo el mérito de meter al toro en la muleta, a base de bajar la mano, poderle y mandar, para templarlo por ambos pitones y conseguir que su labor fuese a más, con el punto culminante de templados naturales que redondearon una gran faena en la que, al igual que con el quinto, dejó una estocada trasera y necesitó de un descabello para acabar con el astado”. Pedro J. García (