Crónicas

Crónicas de Julián López

Maravilloso El Juli que cuaja un faenón y corta tres orejas en tarde triunfal

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
10/07/2011 Barcelona El Juli, Castella, Manzanares Garcigrande Dos orejas y oreja

Barcelona. Domingo 10 de julio de 2011.

Plaza de toros Monumental. Más de nueve mil espectadores. Dos toros de Domingo Hernández, lidiados en primer lugar y el sexto bis, y cuatro de Garcigrande. El primero fue premiado con la vuelta al ruedo.

El Juli (de verde y oro) dos orejas y oreja; Sebastián Castella (de lila y oro) dos orejas y dos orejas; y José María Manzanares (de nazareno y oro) ovación y dos orejas.

burladero

“El público gritaba ¡Libertad, libertad! al inicio de la corrida en la Monumental, y con los gritos de ¡Torero, torero! se cerraba la faena. Abrió plaza un toro extraordinario que recogio El Juli a la verónica, rematando con una revolera un lucido quite gaoneras. Con unos torerísimos doblones comenzó su faena en el tercio para, a continuación, ya en los medios, dibujar tres excelentes series en redondo en las que toreó muy ligado y bajando el engaño. Su faena, siempre muy asentada, continuó con unos naturales ligados sin levantar zapatillas. Concluyó toreando por abajo con los tendidos convertidos en un verdadero manicomio, que clamaban por indulto. No se concedió el indulto y eso permitió disfrutar con uno de sus habitules estoconazos. Quitó El Juli al cuarto por ceñidas chicuelinas. El animal iba bien al engaño pero con la tendencia de echar la cara arriba a la salida de los muletazos. El toro se vino muy pronto abajo y Julián decidió quitárselo del medio, cosa que hizo de otro estoconazo”. Germán Jiménez.

mundotoro

“El Juli había sorteado en primer lugar un toro encastado de Domingo Hernández con el que puso la plaza literalmente boca abajo. El toro no cesó de embestir y el torero madrileño le instrumentó una labor caracterizada por la largura, la quietud y la mano baja. Se pidió el indulto para el encastado toro, que fue premiado con la vuelta al ruedo después de que El Juli le recetase una gran estocada. Paseó las dos orejas. Con el cuarto, el torero de Velilla mostró su faceta más inteligente, pues logró una faena de calidad notable con un toro al que nadie vio virtudes. El Juli lo empujó a embestir, lo enseñó a repetir y lo obligó a humillar en una faena de temple y poderío. cortó una oreja”.  David Guillén.

Compartir en facebook Compartir en twitter