Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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01/07/2011 | Burgos | El Juli, Perera, Talavante | Ana Romero | Oreja y oreja |
Burgos. Viernes 1 de julio de 2011.
Plaza de toros de El Plantío. Casi lleno. Último festejo de la Feria de San Pedro. Toros de Ana Romero.
El Juli, oreja y oreja; Miguel Ángel Perera, oreja y dos orejas; y Alejandro Talavante, silencio y silencio.
“El Juli había realizado una labor de poder frente al primero, justo de fuerza y raza. Comenzó la faena por el pitón derecho condimentando poco a poco; primero con ligazón, luego con muletazos largos, dejando la muleta puesta y por último con profundidad. Por el pitón izquierdo el astado se quedaba corto y El Juli dejó la muleta a media altura. Estocada casi entera y oreja. Algo le vio El Juli al cuarto que hizo que lo brindara al público. Un animal tardo, que se quedaba corto y que a base del tesón del torero fue a más por ambos pitones. La transformación del astado fue completa y El Juli no se pudo entregar más en una faena rotunda, cerrada con circulares con el diestro metido entre los pitones. El pinchazo pasó inadvertido y sólo contó el estoconazo final. Una vez más una oreja pareció insuficiente”. Irene Martín Moya (mundotoro).
“Abrió plaza un Juli que ha cortado una oreja al primero de la tarde. Tras un rotundo trasteo pleno de firmeza y poder, El Juli supo lidiar a un toro encastado de Ana Romero que fue de más a menos durante la faena. Serio con la muleta, El Juli despachó al astado con oficio y tocó pelo en el primer acto de la tarde. Poderoso y valiente El Juli ha hilvanado una importante faena, posiblemente la más completa de toda la feria. El noble ejemplar de Ana Romero fue a más durante la faena, gracias a la buena lidia y a la inteligencia del torero madrileño. De cartel de toros fueron los naturales con media muleta arrastrada sobre el albero dibujados por el espada. Tras un pinchazo, El Juli ha catapultado al animal con una estocada trasera que le ha valido una oreja”. Leticia Ortiz (burladero).
“El Juli paseó el primer trofeo de la tarde del toro que abrió plaza, un animal manejable, noble pero falto de clase con el que el madrileño toreó despacio, con mucho temple y sin violentar nunca al ejemplar. Lo llevó bien cosido a los vuelos de su muleta, sin apretarle en exceso dentro de un conjunto de notable rigor. Mató de estocada casi entera. Con el cuarto, un toro bajito de raza pero de una enorme nobleza, ejecutó la faena de la feria. Cuajó una labor impecable, perfecta, de menos a más, muy limpia y templada, consintiendo mucho en todo momento y con un final espléndido con naturales largos, jugando con el animal en la corta distancia, y ligando circulares a modo de trenza. Faena de mucha hondura, atornillados siempre los pies y empujando al toro hacia adelante. Mató de pinchazo y estocada e, incomprensiblemente, sólo fue premiado con una oreja”. Iñigo Crespo (aplausos.es).