El Juli indulta al toro “Pasión” de Garcigrande

Arles (Francia). Viernes 22 de abril de 2011.
Segunda de la Feria de Pascua. Casi lleno. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández, el segundo de nombre 'Pasión' de 510 kilos y herrado con el número 73, fue indultado.
El Juli (de grana y oro) dos orejas y rabo simbólicos y ovación; José María Manzanares (de nazareno y oro) ovación y oreja; y Thomas Joubert (de blanco y oro con remates negros) que tomaba la alternativa, ovación en el único que mató.
Thomas Joubert sufre una herida por asta de toro en el tercio superior de la cara anterior del muslo derecho con dos trayectorias, de 15 y 20 centímetros, una de las cuales rompe el músculo abductor. Su pronóstico es reservado salvo complicaciones.

mundotoro

“El Juli ha indultado el segundo toro de Domingo Hernández. Inmejorable el plantemiento de la lidia a cargo de El Juli, pero eso no es noticia. Lo recibió con capotazos hondos y con mucho sabor, quitando después por chicuelinas para ejecutar más tarde una faena muy larga donde dio en cada momento con la tecla para demostrar lo que necesita un toro bravo. Si los derechazos fueron mandones y profundos, exquisitos han sido los naturales e intensa la parte final, cuando invadió los terrenos de cercanías. Espectacular faena de El Juli en Arles ante un público enloquecido. Desesperante el público galo cuando en la plaza suceden cosas tan importantes como las que hizo Juli al cuarto y no se inmutan. El toro ha sido brusco, un tío, muy molesto en el inicio de la faena que a base de toques poderosos y una apuesta a toma y daca del torero, consiguió meter en la canasta para elaborar una faena sobre ambas manos que de repetirse en Sevilla, por ejemplo, hunde La Maestranza. Después de dos pinchazos y una gran estocada saludó desde el tercio”. Maurice Berhó.

 

burladero

“El Juli ha indultado al primer toro de su lote 'Pasión'. Lo recogió a la verónica en unos lances con los que más que buscar el lucimiento quiso enseñar a embestir al animal. Una lección que pareció haber aprendido a la perfección permitiendo una prodigiosa conjunción entre toro y torero. Una faena que parecía una suave melodía escrita sobre un pentagrama que El Juli traía aprendido. La muleta de El Juli consiguió pulir la embestida del cuarto que sin ser malo nunca termino de romper. Dos pinchazos hicieron que en esta ocasión los trofeos se esfumasen”. Germán Jiménez.