Pamplona. Lunes 12 de julio de 2010. Octavo festejo de la Feria de San Fermín. Toros de Victoriano del Río. Curro Díaz, silencio y ovación; El Juli, oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al palco y oreja que recoge la cuadrilla; Alejandro Talavante, silencio y silencio. "Julián López El Juli ha sido corneado en los testículos por el quinto toro del octavo festejo de la Feria de San Fermín. Este percance, que ha sobrevenido por un descuido del torero al final de una faena de mcuho fondo, ha opacado una tarde grande del torero madrileño, por contenido e importancia de cuatro orejas, que se quedaron en dos -una de cada toro- por la cacicada de un palco incompetente. El Juli había hecho un ejercicio de dominio con el quinto, un toro imponente, grande y voluminoso, que había metido en el canasto con gran autoridad cuando en un momento de descuido mientras se adornaba entre los pitones el toro le prendió por el bajo vientre ocasionándole una cornada en la zona testicular. El torero acabó con el toro de una estocada trasera y se metió en la enfermería mientras su cuadrilla recogía el trofeo, segundo de una tarde de gran magnitud del torero madrileño. Antes, en su primero, un concejal de Nafarroa Bai (Iñaki Cabasés) y un tonto taurino que ejerce de asesor han cometido una nueva cacicada con el madrileño, que ha cuajado una faena que no resiste comparación con ninguna de las realizadas en la feria con un animal que tuvo virtudes en su embestida pero amagó con rajarse al inicio de faena y, con sabiduría y técnica, lo supo sujetar en una baldosa para, con su concepto profundo y por abajo, cuajarlo con rotundidad y hondura, en un alarde de dominio que entendieron todos en la plaza menos los dos ''listos'' del palco, que premiaron de manera ridícula una faena grande". Mundotoro El matador de toros madrileño Julián López ''El Juli'' ha cortado dos orejas y el palco le ha negado una más en la segunda en la corrida de toros que se ha celebrado en Pamplona, una tarde en la que también ha vivido la cara amarga del toreo, con una cornada en los testículos. El torero entendió antes al segundo de Victoriano del Río, un animal que manseó en los primeros tercios pero que acabó rompiendo. Después, el cuarto le levantó al final de la faena y le infirió la herida. Mundotoro. "El Juli se mostró capaz y fácil con el segundo, comenzando por estatuarios y después dando distancia en redondo al animal, ayudando así a que mejorara poco a poco la embestida. Con la mano derecha lo llevó muy templado. La virtud del torero fue la técnica, la del toro, humillar con transmisión. Al final, más en corto, se explayó en circulares y cambios de mano dominando la situación. Mató de una estocada desprendida y al final, con resignación, paseó sólo un trofeo. En el cuarto llegó la herida, el animal no acabó de romper y el torero madrileño lo intentó con voluntad y disposición. En cercanías, cuando se pegaba un arrimón, fue sorprendido por el de Victoriano del Río, que le levantó por los aires y le cazó. El Juli terminó con el animal y mató de una estocada. Su cuadrilla paseó una oreja mientras el torero entraba en la enfermería por su propio pie". Burladero.
