Gijón: El Juli, por la puerta grande

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Gijón. Domingo 16 de agosto de 2009.
Séptima de Feria. Casi Lleno. Toros de Conde de Mayalde.
El Juli, ovación, silencio y dos orejas; y José María Manzanares, silencio, oreja y ovación.

"El diestro de Velilla pinchó al buen primero, perdiendo algún trofeo más en un festejo en el que la lluvia ha hecho acto de presencia a partir del cuarto toro. El Juli protagonizó una gran faena al quinto, un buen y noble ejemplar al que hilvanó series de muletazos de gran belleza, largas y templadas en un conjunto cuyo argumento principal fue el ritmo que imprimió a su obra en la que también destacaron los circulares por la espalda y la variedad de capa con que saludó a su oponente. Antes, el madrileño había perdió con la tizona un más que posible trofeo del primero, un buen toro al que le el torero de Velilla instrumentó un templado quite por chicuelinas y tafalleras y al que cuajó por los dos pitones en una completa labor que intentó rematar entrando a matar recibiendo, lo que le hizo perder el citado premio. Después, nada pudo hacer con el flojísimo tercero". Alba Rueda (mundotoro).

"Juli cuajó una técnica y abrumadora faena al quinto toro de Maylade, un toro con un punto de picante y brusquedad, con el que el madrileño estuvo técnicamente sobresaliente, limándole asperezas y consintiéndole al principio para tirar luego de la embestida y romperse con el toro, cosiendo los muletazos muy despacio en tres tandas de nota alta sobre la diestra. Por el izquierdo, el toro fue menos agradecido lo que no fue impedimento para que Julián dibujara naturales de un trazo larguísimo y curvo, rematados atrás. Al final, concluyó con tres redondos muy intensos y templados además de interminables alguno de ellos. Lo tiró de un efectivo espadazo y paseó con justicia el doble trofeo. Antes, Juli no había tenido mucha opción en sus dos primeros toros. El que rompió plaza fue un animal con un punto de brusquedad por la falta de fuerza y Juli estuvo con él muy firme y por encima, muy técnico el madrileño que pinchó tres veces recibiendo y pudo perder una oreja. Con su segundo, muy flojo pese a contar con nobleza y calidad, no ha tenido opción de armar faena antes de rematar con un espadazo". Burladero.