Dax: Faena para el recuerdo de El Juli
Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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12/09/2009 | Dax | Ponce, El Juli, Castella | Victoriano del Río | Ovación y oreja |
Dax (Francia). Sábado 12 de septiembre de 2009.
Primera de Feria. Lleno. Toros de Victoriano del Río.
Enrique Ponce (de blanco y oro) oreja y silencio; El Juli (de berenjena y oro) ovación y oreja; y Sebastián Castella (de tabaco y oro) oreja y silencio.
"Julián López El Juli ha emborronado con los aceros una faena de gran calado, quizás la más rotunda de su temporada, al quinto toro del festejo de la Feria Toros y Salsa que se ha celebrado en Dax. El torero madrileño ha cambiado los máximos trofeos por una sola oreja. El Juli que hilvanó una faena entregada al segundo, un manso que estuvo a punto saltar callejón, en los pocos momentos en los que lo pudo sujetar, cuajó una faena grande al gran quinto, mayúscula de profundidad y estética, sólo estropeada con la espada. Faena digna de los máximos trofeos que se quedó en una sola oreja". Mauricio Berhó (mundotoro).
"En el quinto, el único potable, hizo un faenón de órdago. Realizó una labor llena de temple, torería auténtica, maestría... Faena de las que hacen historia, pero la espada lo echó todo a perder". Emilio López (La Razón).
"Lo del Juli en Dax, en la primera corrida de la feria septembrina de "toros y salta", ha sido punto y aparte. Y de no va más. La faena al quinto toro de la tarde ha sido una de las más creativas e inspiradas vistas en lo que va de temporada. Primero en la rapidez inusitada que tiene este torero en encontrar el sitio y las distancias adecuadas en cada toro. Y luego en la forma en que Julián gobernó las embestidas, con poder, temple y ligazón, pero dejando también correr su fantasía y repertorio al hilo de la obra. Abrió El Juli su gran faena con siete estatuarios sin enmendarse. Siguió con la mano derecha en muletazos de muy largo trazo, imprimidos con todo el cuerpo. Dejó caer la muleta a sus pies para dibujar soberanos naturales, hondos y largos. Y remató las tandas andando con el toro, mezclando faroles con pases de pecho, y ligando circulares a cámara lenta. Una cumbre. Falló una vez más con el acero y lo que podía ser de rabo fue premiado con una única oreja tras dos pinchazos y dos descabellos. En su primero, manso y distraído, Julián se había impuesto con autoridad, sin alargar el esfuerzo. La ovación que acompañó al Juli hasta el patio de caballos fue una de la más sonoras escuchadas en esta plaza. Como lo dijo en su tiempo, El Juli es genio y figura. Ni más ni menos". Marc Lavie (detorosenlibertad.com).