Crónicas

Crónicas de Julián López

Dos faenas cumbre en la tarde magistral de El Juli como único espada

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
05/09/2009 Bayona El Juli Ana Romero, Puerto de San Lorenzo, Victoriano del Río Tres orejas

Bayona (Francia). Sábado 5 de Septiembre de 2009.
Lleno total. Toros de Puerto de San Lorenzo (1º y 4º), Ana Romero (2º y 5º), Toros de Cortés (3º) y Victoriano del Río (6º).
El Juli (de verde botella y oro) como único espada, ovación, oreja, ovación, silencio, ovación y dos orejas.

Burladero

"El diestro madrileño Julián López "El Juli" ha paseado tres orejas en su encerrona en solitario en la plaza de Bayona, donde el fallo con la espada en varios ejemplares le han impedido sumar más trofeos.Abrió plaza un buen ejemplar de Puerto de San Lorenzo, noble y con temple, con el que el de Velilla alcanzó grandes momentos por ambas manos a base de técnica, seguridad y apuesta. Fue una faena emotiva, que el madrileño brindó al novillero Patrick Oliver, alumno de la escuela taurina que lleva su nombre. Sin embargo, el fallo a espadas le impidió pasear un trofeo. Las dos tenía aseguradas del segundo, un toro noble y con gran fondo de Ana Romero con el que consiguió los mejores momentos de la tarde en una faena con series rotundas ligadas por abajo en ambas manos en la que volcó la plaza con un final de cercanías con varios circulares ligados en trenza. Sin embargo, volvió a pinchar y sólo paseó una oreja. Tras esos dos turnos, la corrida ha entrado en barrena. Lo hizo con un tercero de Toros de Cortés con genio y sin opciones, con el que abrevió Julián. Tampoco ayudó el cuarto, del Puerto de San Lorenzo, un animal manejable pero de poco fondo, que se acabó enseguida y con el que El Juli trató de sacar agua sin poder brillar. El quinto no fue un toro fácil, midiendo mucho al de Velilla el de Ana Romero. Sin embargo, El Juli se impuso con raza y autoridad en una faena de apuesta y grandis dosis lidiares y de técnica. Sin embargo, volvió a pinchar su labor, por lo que también se quedó sin premio. Sin embargo, el madrileño se desquitó con el sexto, de Victoriano del Río, un buen toro con el que sacó artillería pesada: larga cambiada, quite por lopecinas y banderillas antes de una faenón de mano baja, temple, encaje, ajuste y profundidad. Un espadazo puso en sus manos el doble trofeo y, por fin, la puerta grande".

Emilio López (La Razón)

"El Juli despachó la corrida dejando bien clara su condición de figura del toreo. Dio una exhibición de capacidad y no dejó nada en el tintero. Desde el principio hasta el final el diestro de Velilla de San Antonio tuvo los suficientes argumentos para darle a cada toro la lidia adecuada. Resolvió todos los problemas que presentaron los toros. Desplegó durante toda la tarde su ciencia en una variedad de intervenciones con el capote: verónicas con la pierna adelantada y a pies juntos, rodilla en tierra, gaoneras, saltilleras, largas cambiadas, caleserinas, chicuelinas... Al primer toro de El Puerto de San Lorenzo, rajado al final de la lidia, le dio unas buenas verónicas de salida a pies juntos. Brindó el toro al novillero Patrick Oliver y a continuación se dobló con su enemigo. Una vez en los medios, realizó una excelente labor por ambos pitones pero le faltó un poco de vibración. Al segundo de Ana Romero lo recibió con cuatro esplendorosas verónicas y, tras el puyazo de rigor, se dobló con el astado en eficaces muletazos por bajo y como el toro perdió las manos dos o tres veces le obligó a llevarlo a media altura en series por la derecha de muy buen trazo. Por el izquierdo el astado respondió mejor pero su falta de fuerza obligó al matador a tomar la espada. Falto de raza. Al tercero, lanceado rodilla en tierra, le realizó una faena por el pitón izquierdo siempre por alto para evitar que doblara las manos. Fue ovacionado. El cuarto de Puerto de San Lorenzo, falto de raza, acabó por irse a tablas. Salió con los frenos puestos y no hubo manera de hacerlo pasar. A partir del tercio de banderillas la res no paró de acusar su flojera lo que le costó al maestro hacer una faena potable. Se fue apagando poco a poco y al final no tuvo más remedio que dar una estocada baja tras la cual fue silenciado. El quinto de Ana Romero fue recibido con unas buenas verónicas y unas chicuelinas para llevarlo al caballo. Inició la faena con pases de tanteo, una tanda por el pitón derecho en la que el toro respondió de mala manera lo que dificultó la labor de El Juli. Por el izquierdo le arrancó una tanda en la que le echó agallas. Pero cinco pinchazos echaron a perder su labor. Lo bueno vino en el excelente sexto de Victoriano del Río. Lo quitó por lopecinas y ya puesto en trance le puso tres pares de banderillas en lo alto del morrillo. Llevó el toro a los medios y, tras unas espaldinas y una corta serie de derechazos con dos pases de pecho de hombrera a hombrera, la faena se vino arriba. Los muletazos al ralentí pusieron la plaza bocabajo. Toda la faena fue por abajo, circulares y demás muletazos. Lo mató de una gran estocada y cortó dos orejas".

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