Mérida: Faena CUMBRE de El Juli en la despedida de su histórica gira mexicana

Mérida (México). Jueves 4 de febrero de 2009.

Más de tres cuartos de plaza. Toros de Marco Garfias. Corrida nocturna.

El rejoneador Jorge Hernández Gárate, ovación y oreja: Zotoluco (de blanco y oro) ovación y oreja; y El Juli (de corinto y oro) oreja y vuelta.

Un torero de época

“Decían sobre Joselito ‘El Gallo’ que ‘era un torero que come aparte’. Los que han recibido ese calificativo han sido contados a lo largo de la historia de la Fiesta, pero tenemos que incluir entre ese privilegiado grupo a Julián López ‘El Juli’. Y eso, desde comenzó a arrollar en su época de novillero. ‘El Juli’, como ‘El Gallo’, es de los que comen aparte. Anoche lo demostró en la Plaza Mérida. Y fue en ascenso: con su primero se vio en plan grande y le cortó una oreja. Con su segundo, se vio en plan de maestro, de primera figura del toreo. Con ‘Centenario’, el quinto de la tarde, hizo ver bueno a un toro que no fue nada fácil ni era seguro pararse junto a él. Julián gritaba al toro, como jugando con él, y el de Marco Garfias acudía al engaño. Una tanda buena, otra superior y la siguiente de maestro. En el centro del ruedo, el torero de Madrid lo citó arrastrando la muleta y el toro acudía al engaño una y otra vez. Inició el trasteo con una tanda de tres derechazos largos y hondos y la remató con cuadro redondos y una tanda de naturales. Se oyó la música tres veces durante la labor muleteril, algo que, en Mérida, pocas veces se escucha. Y no creo que se haya hecho de regalo. Lo merecía. Se embriagó el diestro de tanto torear. Y, dicen, muchas grandes faenas, de rabo, no se rubrican bien. La mala fortuna apareció y, tras un feo metisaca, llegó un pinchazo en todo lo alto y luego una estocada. Todo se fue al pozo: el triunfo logrado, el deseo de ver coronado algo tan mágico”. Yucatan.com