Crónicas

Crónicas de Julián López

Valencia: El Juli, en sensacional momento, abre la puerta grande

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
14/03/2009 Valencia Finito de Córdoba, El Juli, El Fandi Jandilla Oreja y oreja


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  • Valencia. Sábado 14 de Marzo de 2009.
    8ª Fallas. Lleno. Seis toros de Jandilla (cuatro, los lidaidos en tercer, cuarto, quinto y sexto lugar, con el hierro de Vegahermosa. El banderillero de la cuadrilla de El Juli, Álvaro Montes, sufrió una cornada de 15 centímetros en la cara anterointerna, tercio superior del muslo izquierdo con dos trayectorias.
    Finito de Córdoba (de grana y oro) silencio en ambos, El Juli (de turquesa y oro) oreja y oreja, y El Fandi (de nazareno y oro) silencio y dos orejas.



    "El Juli ha empezado la temporada como un tiro. Barrunta el torero un año de grandes faenas y de verdad que tiene toda la pinta. De momento, dos de dos. Olivenza y Valencia, tan distintas, se han rendido a un torero sin techo. Así lo parece, porque cada tarde es un argumento renovado (y mejorado) para volver a la plaza al día siguiente. Con el bueno, con el malo, con el claro, con el incierto, con el complicado y con el boyante. Da igual el toro, no hay límites. Impossible is nothing para el rubio torero madrileño. Ahora, convertido en maestro, mantiene Julián la ambición del comienzo asolerada con un poso, una madurez y una capacidad que asusta a los propios toros. Sólo de esta forma se explica la demostración de esta tarde en Valencia con el lote más agrio de todo el conjunto lidiado con los dos hierros de Borja Domecq, que avisó también del desembarco de las figuras en Valencia. La espeluznante cogida de Álvaro Montes en el segundo pareció fatal. El gesto inerte e ido del banderillero cuando abandonaba la plaza en brazos de la asistencias, atenazadas también por el miedo, encogió los corazones. Fue a la salida del par cuando en tres secos derrotes se lo despachó el Jandilla. Dos al pecho y uno al muslo, el que a la postre le hirió. Tendido boca abajo quedó inconsciente Álvaro y también el ánimo de la plaza. El Juli volvía al público en sí al tiempo que el banderillero lo hacía en la enfermería. En cuestión de segundos. Cogió la muleta y se fue hacia el toro, tardo, escarbador y renuente en los primeros tercios e incierto, geniudo y complejo en el último. El animal se las traía, pero el torero también. Juli acabó jugando con el toro, pasándolo sobre su eje, entregándolo a sus muñecas poderosas. Entre medias, logró una serie brillante al natural. Echándole los vuelos, enganchando adelante la embestida y tirando de ella. Muy suave todo, convenciendo más que imponiendo. La faena tuvo medida, estructura y sentido. Todo cuanto realizó. Lidia y toreo. Pinchazo arriba antes de una entera trasera. Oreja. El quinto lució esa movilidad defensiva que tanto atraganta y seca la boca. Juli lo vio de salida, dirigió el cotarro de la lidia, cuidó los detalles y ordenó a la cuadrilla. En los medios le tomó el pulso, le dio la media distancia y mandó sobre la encastada repetición del Vegahermosa, con tornillazo incluido al final de cada muletazo. Tuvo carbón el toro y fue limando aristas Julián, volando toda la muleta al natural, empapando al toro. A su aire al principio, en línea, alargando la embestida y enseñándole el camino. De las líneas rectas pasó directamente a las curvas Juli. Emocionante fue entonces ver al toro atacar a regañadientes, yendo por donde no quería ir, a centímetros de una muleta que era látigo de seda. Al final se entregó el burel. Venció y convenció Juli". Juli, Impossible is Nothing. Por Daniel Hernanz (burladero.com)


    "Dominio, mando y la pierna provocadora bajo la badana. Te hubiera gustado mucho, Andrés, su poderosa mano derecha, por abajo, antes de los circulares naturales e invertidos. Nada nuevo pero más macerado, para ti que llevas en los ojos su progresión desde que toreaba sin caballos y lo seguías con Juanito Bienvenida por plazas de carros y carretas. En todo, luego hay advenedizos que te cuentan la lección. Sumó esta oreja a la anterior del segundo, muerto igualmente a pinchazo y estocada, más apagado. Tremenda fue la voltereta de Álvaro Montes en la salida del segundo par. No sé si se durmió o confió al abandonar la reunión, pero el talegazo sonó contra la arena como un cañón reventado. Juli provocó al jandilla en un quite de chicuelinas y tafalleras y empujándolo después hacia delante con la muleta". Zabala de la Serna (ABC)


    “Los valencianos presenciaron dos clases de toreo bien distintas, ambas meritorias. Cumplieron con el fin principal: divertir. Lo más meritorio lo realizó El Juli con el segundo, animal con fuerza. Por ello, la faena tuvo importancia y riesgo. El madrileño, muy firme, acabó pudiéndole a fuerza de cruzarse y aguantar. Pocos pensaban que Juli haría faena al segundo, al que dejó sin picar. El fiero jandilla, había cogido y herido con saña al banderillero Álvaro Montes. La decidida actitud del matador predispuso al personal. A su favor desde los primeros muletazos, tan buenos como los lances con el capote y quite anteriores, siguieron la faena con respeto desde el principio hasta el final. Su gran secreto, cruzarse mucho, no quitarle la muleta de la cara y ocupar un sitio, ni cortó ni largo, donde había peligro. Al final, con el toro dominado, acortó distancias para lograr dos redondos por la espalda, ajustados y templados. Al quinto, más suavón, aunque sin humillar, le encontró el son desde el inicio. Lo cuidó en el primer tercio para no robarle arrancadas. Lo reservó para la faena. Labor inteligente, a media altura, como embestía el animal. Siempre en la distancia corta, enhebró los pases a fuerza de dejar el engaño cerca de su hocico, acompasándose a su velocidad. Labor muy cuajada y, en algunos momentos, con regusto. Este torero ha dado un salto adelante. Se le ve con gusto y mucho celo”. Juli, maestro; Fandi animoso. Por Juan Posada (La Razón)

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