Crónicas

Crónicas de Julián López

León: El Juli indulta un toro

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
01/02/2009 León Zotoluco, El Juli, Jerónimo Bernaldo de Quirós Ovación y dos orejas y rabo simbólicas

León (México). Domingo 1 de febrero de 2009.

Quinta de Feria. Lleno. Toros de Bernaldo de Quirós. El quinto, de nombre Curtidor, fue indultado.

Zotoluco, palmas y dos orejas; El Juli, ovación y dos orejas y rabo simbólicas; y Jerónimo, oreja y oreja.

Burladero.

“El público que ha llenado el coso de León se ha entregado desde primer momento con el torero madrileño, que salió a revientacalderas desde que se abrió con el capote, gustándose en el toreo a la verónica. El animal de Quirós llegó al último tercio con mucha movilidad y transmisión, aprovechada al completo por el torero. Y es que El Juli ha dado toda una lección de poderío, rompiéndose a torear por ambos pitones, con series de hasta seis muletazos y de pecho, toreando muy en redondo, con tandas de mano baja, de mucho gusto y temple. Con el público a sus pies, pidieron con fuerza el indulto hasta que el juez de plaza lo concedió y el madrileño paseó los máximos trofeos simbólicos. Anteriormente, había caido a sus manos un toro de Bernaldo de Quirós que no terminó de romper y al que le faltó mayor transmisión. A pesar de ello, el torero de Madrid estuvo muy por encima de sus condiciones, robándole muletazos de uno en uno en una labor de mucho mérito”.
 

El Heraldo

“La conjunción perfecta de un diestro bravo, valiente, poderoso; con un astado de nobleza y fijeza absoluta. Pero cabe destacar que el momento que vive Julián es pleno. Es un estado de gracia. Una condición de líder. De figura absoluta que le permite cuajar al bueno y hacerle faena al malo. Justo lo que sucedió ayer. Al bueno, "Curtidor", que fue un gran colaborador, lo recibió con lances a pies juntos y una media de inmensa torería. Lo demás es historia. Con la muleta le hizo lo que quiso. Su colocación, los toques, la ligazón, el temple, el dominio, el disfrute. Todo mágico. Los detalles, infinitos. Deleitó y conmocionó a la afición. Que en su mayoría pidió el indulto. El juez lo concedió. La plaza, a sus pies entregada, le rindió tributos al dar la vuelta al ruedo. Pletórico”. J. J. Silveti


 

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