Logroño: El Juli corta una oreja importante de su primero, el único toro que pudo lidiar
Fecha |
Plaza |
Cartel |
Ganadería |
Resultados |
23/09/2008 |
Logroño |
El Juli, El Cid, Perera |
Fuente Ymbro |
Oreja y palmas |
Visor de imágenesLogroño. Martes 23 de septiembre de 2008
Plaza de toros de Logroño. Tercera de Feria. Más de tres cuartos de plaza. Toros de Fuente Ymbro, el sexto premiado con la vuelta al ruedo.
El Juli (de verde hoja y oro) oreja y palmas; El Cid (de azul marino y oro) silencio y silencio; y Miguel Ángel Perera (de verde manzana y oro) oreja y dos orejas.
“El Juli había paseado otro trofeo del que rompió plaza, un toro terciado pero con mucha cara que metía bien el hocico y que tuvo fijeza. Juli inició faena en los medios y fue allí donde se desarrolló su labor muleteril, un ejemplo de poderío y profundidad, con muletazos largos, limpios y muy cosidos, sobre todo por el pitón derecho, ya que por el izquierdo el toro protestaba más. El segundo toro de su lote se rompió la mano al salir y los tendidos solicitaron que el Presidente, como había hecho con el segundo por la misma causa, lo devolviese a los corrales. Sin embargo, él se negó, por lo que El Juli se vio obligado a estoquear al animal entre una gran bronca de la plaza a la Autoridad”. Paco Romera (mundotoro).
“Había abierto la cosa a lo grande con una importante faena de El Juli a un ejemplar muy astifino y serio, que tuvo mucho motor y carbón, que en la segunda parte del muletazo pegaba un viaje molesto, pero al que el madrileño sometió con seguridad y mando. Se había presentado Juli con un buen saludo a la verónica y una media perfecta, y después con un quite breve rematado por una bella larga. Pleno de rabia, de apuesta total, Tomó Julián la muleta y le ganó al toro siempre la pelea por abajo. Cuando el de Fuente Ymbro lanzaba el disparo, ahí se encontraba la muleta puesta, con autoridad y mando tesonero. Sin un enganchón ni una duda. Ni un paso en falso. Tirando siempre del animal, que siempre terminó metido en la muleta de Juli. Hubo temple y toreo largo, seguro. Y un espadazo que tiró al toro. Cayó la oreja, con justicia.
Al cuarto, otro toro con temple y buen son, le pasó lo mismo. Sólo que el presidente que quiso ser protagonista decidió mantenerlo en el ruedo. Mismas circunstancias, distinta aplicación del reglamento. ¿Motivo? Contra El Juli todo vale”. Mario Juárez (burladero).