Ávila: Puerta grande y faena grande de Julián López “El Juli”
Fecha |
Plaza |
Cartel |
Ganadería |
Resultados |
05/07/2008 |
Ávila |
El Juli, Manzanares, Cayetano |
Laurentino Carrascosa |
Ovación y dos orejas |
Ávila. Sábado 5 de julio de 2008
Ávila. Con dos tercios de plaza, se han lidiado tres toros de Miranda de Pericalvo, en primero, tercero (sobrero) y quinto lugar, y otros tres de Laurentino Carrascosa.
El Juli (de nazareno y oro) ovación y dos orejas, José María Manzanares (de fresa y oro) oreja y ovación y Cayetano (de blanco y oro) oreja y palmas
“...Por eso Julián no va a dejar pasar una. Se vio en Badajoz o Alicante y se ha vuelto a ver en Ávila. Plazas todas de segunda, aunque por su forma de estar en la cara de los toros, más dio la impresión de ver a El Juli jugarse la temporada en Madrid o Sevilla, mismamente. No hubo una mínima rectificación, un renuncio, un paso atrás. La actuación de Juli tuvo dos pilares: actitud y aptitud. Con el bueno y el exigente. Poderoso con ambos, templado cuando tocaba, exigente cuando era la hora, decidido siempre. Para muestra, un botón: fue el único torero que intervino en quites. En sus dos toros. Pequeña muestra de sus ganas. Fue pequeña porque la fiesta grande quedaba reservada para la muleta. Con dos toros muy distintos y nada fáciles. El primero, de Miranda de Pericalvo, fue encastado y exigente. Todo lo pedía por bajo y no perdonaba un renuncio. Se vio rápido en los de pecho, A la mínima que Julián levantaba un palmo la mano, se ponía echo un demonio. Cabezazos, parones y miradas a tutiplén. Pero Juli dio con la medicina precisa: temple y mano baja. Siempre citó con la muleta adelantada y la mano baja. Arrastrando casi el palillo lo metió en la canasta a la primera de cambio. Y a mejor. Con una seguridad pasmosa, sin una duda a destiempo. Tuvo un defecto más el toro: se quiso rajar. A la salida de la segunda serie, muy exigente, el toro buscó las tablas, y para eso también encontró remedio Juli: muleta siempre en el morro, ni un hueco libre, ni salida posible. Por ambas manos. Fácil, resolutivo y seguro, sólo el fallo a espadas le quitó el triunfo. Así las cosas, esa faena había sido sólo el preludio de lo que iba a llegar después. El cuarto, de Laurentino Carrascosa, fue el más grande y hecho de la corrida. Pero el toro descolgó pronto y bien. Con temple y buenas formas, El Juli lo recogió de capa en dos tiempos, con el compás abierto y a pies juntos. Se midió mucho el castigo en varas y Julián firmó un quite por chicuelinas de frente. Todo controlado, todo en la mano. Llegaba la fiesta grande. La fiesta fue ver a El Juli tan seguro de sí mismo, tan entregado, que parecía que estaba por Sevilla con el toro de El Ventorrillo. Porque el de Carrascosa se paró y midió. Le costaba tomar el engaño, aunque cuando lo hacía, descolgaba. Así que Juli hizo lo que mejor sabe: poner la muleta muy firme, muy baja, ligando los muletazos en un auténtico carrusel. Mucho mando. Abrió lección con cinco pases de pecho ligados en trenza, mentón hundido, atornilladas las zapatillas en la primera raya, sin rectificar un palmo. A medida que avanzaba la serie se iba quedando más corto el toro. Ni un renuncio. Nada”. Mario Juárez (burladero).
“Julián López El Juli ha salido en hombros en la corrida de toros que ha acogido esta tarde la plaza de toros de Ávila, tras cortar dos orejas al cuarto toro de Laurentino Carrascosa. El madrileño ha brillado ante este toro, al que ha desorejado por partida doble tras firmar una faena honda y profunda en la que ha brillado en el toreo al natural. El de Velilla ya anduvo muy entregado de salida realizando un quite por chicuelinas muy vistoso que captó la atención de los espectadores. Después en la faena el animal aunque en un principio anduvo reticente a seguir el engaño, El Juli impuso su mando y cuajó una faena de poder que rubricó con una estocada en lo alto. Antes había saludado una ovación después de andar muy entonado con el primero, al que toreó con buen aire y con mucha vibración hasta que el toro se rajó, ocasión en la que el madrileño dejó ver su técnica sujetando al morlaco. Un pinchazo le impidió pasear un trofeo”. Monica Alaejos (mundotoro).