Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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12/08/2008 | San Sebastián | Morante, El Juli, El Fandi | García Jiménez, Jandilla | Silencio y dos orejas |
San Sebastián. Martes 12 de agosto de 2008
Con tres cuartos de plaza se han lidiado cinco toros de Jandilla y uno (el segundo) de García Jiménez.
Morante de la Puebla (de azul añil y oro) silencio en ambos, El Juli (de azul añil y oro) palmas y dos orejas y El Fandi (de celeste y otro) oreja y oreja. El Juli salió en hombros.
"A dos toros tan distintos y distantes, se impuso El Juli. A un remiendo de García Jiménez complicado, áspero y reponedor en primer turno y a uno noble y bondadoso de Jandilla después. Con mano firme y pulso de general al primero, con rotundidad y mano baja al quinto. Dos orejas paseó de éste, que remató de un sopapo formidable. Sin puntilla, rodando como una peonza. Así rubricó El Juli una tarde importante. Un serio toque de atención. Muchos habían puesto en duda a Julián tras su paso por Madrid. Mala temporada decían. Pero Alicante, Badajoz y Ávila quedaron allá por San Juan y Huelva, El Puerto o El Escorial habían marcado los últimos días. Sólo hacía falta un toro importante en plaza de puntuar. Fue de Jandilla y en Illumbe. Antes, El Juli tuvo que sudar la gorda con un toro de García Jiménez muy áspero. Ya en el capote se vino por el pitón derecho y Julián, inteligente, se lo sacó a los medios en lances, casi todos, por el pitón izquierdo. Ahí lo fijó y le enseñó el camino al toro. El toro punteó siempre, por ambos pitones. Como a la defensiva, o en un ataque felino. Fue toro bronco, con las manos siempre por delante. La faena de Juli fue todo técnica. No le permitió de inicio probar el pitón diestro, así que Julián se la echó a la zocata y por ahí, ayudándose, fue alargando el viaje. Dos tandas muy serias, por firmeza y pundonor. Pero no se iba a quedar ahí. Convencido El Juli, se la echó a la otra mano y lo obligó. Bajándola mucha. Una pausa y la tanda más redonda. Más bajo aún, más obligado. De cinco y el de pecho. Tocándole en el mismo hocico y tirando después cuando el animal se violentaba. Ni un enganchón. Perfecto. No lo vio Julián con la espada en este turno. Un pinchazo y una media defectuosa antes de descabellar por dos veces. Al quinto, ya se dijo, lo remató de un estoconazo en el hoyo. Será el de la feria. El Jandilla fue un ejemplar noble y franco. De venirse e irse, con buen son. Sólo que con la reserva justa, hubo que medirlo. Lo hizo a la perfección El Juli, que lo cuajó de salida en un templado, mecido y cantado recibo a la verónica. Un ramillete de lances ganando pasos y terreno rematando en la misma boca con una media de cartel. Vio El Juli posibilidades y ordenó a esa cuadrilla perfecta poner en marcha la maquinaria. Un buen puyazo y otro picotazo. Ni un capotazo de más, de menos tampoco. Todo muy rápido, pero con temple. No entró a quitar El Juli, pero sí lo hizo El Fandi por tafalleras, templado y ajustado, sin un tirón. Bien el de Granada. Abrió Julián en tablas con tres pases por alto en el sitio, ligado con un trincherazo de los que arrancan el jaleo y un cambiado para rematar. Ahí estaba el lío. En los medios estaba puesto enseguida. Tan puesto como El Juli, que le dio aire y sitio, tiempo y temple. En redondo las dos primeras series, de cuatro y cinco. Cargando siempre la suerte en cada viaje, llevándolo con mimo, sin un tirón. Las dos siguientes llegaron sobre la mano izquierda. Con la misma ligazón y seguridad, sólo que hubo que tirar más del animal, que comenzó a quedarse y a costarle un poquito. Le dio tiempo El Juli. De uno en uno se los sacó Julián, de frente, dueño de la situación. Hasta que se metió al final entre pitones, un péndulo y un circular invertido. Y la joya de la corona, el estoconazo. Era de dos". Mario Juárez (burladero.es)