Crónicas

Crónicas de Julián López

Alicante: La raza, la maestría y la intensidad de El Juli, por la puerta grande

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
24/06/2008 Alicante El Juli, Manzanares, Eugenio Pérez Victoriano del Río Palmas y dos orejas

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    Alicante. Martes 24 de junio de 2008


    Última de feria. Casi lleno. Corrida retransmitida por la Televisión Valenciana y Castilla la Mancha Televisión. Toros de Victoriano del Río, quinto y sexto con el hierro de Toros de Cortés.


    El Juli (de azul marino y oro) palmas y dos orejas; José María Manzanares (de azul añil y oro) ovación y dos orejas; Eugenio Pérez, que tomaba la alternativa (de blanco y oro) ovación y dos orejas


    “Julián López El Juli ha realizado en el cuarto la labor de mayor importancia del espectáculo a un toro con mucho que torear y que tendió a puntear la muleta, que acabó respondiendo a la firmeza y el mando del torero madrileño que diseñó una labor plena de autoridad, aplomo y mano baja.La faena fue in crecendo hasta desembocar en un monumental toreo con la derecha, de mucho sometimiento, rematado de una gran estocada. En su primero lo tuvo imposible con un toro que llegó aplomado al último tercio”. Rafa Carrión (mundotoro)


    “Las dos orejas de más peso las paseó El Juli en el cuarto. Seguro, solvente y llevándolo muy tapado, se hizo Julián con una embestida que, si bien permitió el triunfo, fue también exigente y tuvo transmisión. Al principio le enganchó la muleta el alguna ocasión aunque la faena fue de menos a más y lo mejor llegó con la mano izquierda y en dos series a derechas que dinamitaron el trasteo. Remató de una gran estocada, volcándose sobre el morrilo y cortó dos orejas”. Mario Juárez (burladero)


    El Juli anduvo sencillamente soberbio y cuajó un faenón. De figura a «Figurón», que así se llamaba el burel, justo de fuerzas pero noble y repetidor. Faena creciente y animal a más en manos del maestro. El calor se deslizaba por los tendidos, enfebrecidos por el toreo. Series por ambos pitones de elevada altura, ofreciendo tiempo y distancia, despatarrado, con aplomo y entregado siempre. Gritos de «¡torero, torero!». Estocada hasta la bola y pañuelos al aire. Dos merecidas orejas fueron a parar a la manos de Julián López, quien antes pechó con el peor ejemplar del conjunto”. Rosario Pérez (ABC)


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