Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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05/04/2008 | Sevilla | El Juli, Manzanares, Perera | El Ventorrillo | Oreja y ovación |
Sevilla. Sábado, 5 de abril de 2008.
Novena corrida. “No hay billetes”. Toros de El Ventorrillo, desiguales. Destacaron los lidiados en segundo y sexto lugar.
El Juli (de azul marino y oro) oreja y ovación,
“El mando de El Juli en la plaza es de un conocimiento lidiador excepcional. Al toráncano primero de basta hondura dirán que le cortó -arrancó más bien- la oreja por el arrimón y la fabulosa estocada. Y es cierto. Pero cómo mantuvo el orden en el ruedo, cómo ahorró capotazos, cómo ordenó el mínimo castigo al picador de turno para un enemigo lastrado por su tonelaje, son cuestiones mayores que no pueden pasar desapercibidas. Los naturales que extrajo, con un bruto, bruto de verdad, que le alcanzaba el pecho con su alzada, sólo caben en la mente y los redaños de Julián López”. Zabala de la Serna (ABC)
“La tarde tuvo runrún desde el comienzo, desde que Juli se abrió de capa con el primero, una mole de más de 600 kilos, al que toreó a cámara lenta a la verónica. Virtuosismo puro terminó siendo la faena del madrileño. Esos seis lances despaciosos dieron paso a una lidia milimétrica. Dio orden de que no se pegase al toro en el caballo. Se ahogaba el toro, que amagaba con pararse a la primera. Algo más brioso, Julián le recetó un ceñido quite por chicuelinas y una media de caro dibujo. Sevilla estaba a punto. A ese toro lo faenó Juli en un palmo de terreno. Todo autoridad, mucho valor y paciencia infinita. Para no dudarle un paso, para encelarle con mimo y para llevarle hasta donde quiso y un poco más.
Entre mirada y mirada, haciendo auténticas radiografías de su figura, hubo dos parones de escalofrío. En la chaquetilla y en la bragueta puso el toro los pitones. Literalmente. Rozando el punto. Y ahí aguantó El Juli sin inmutarse. Sólo quedaba tragar o tragar. Firme y hasta con cierto desmayo, Julián consiguió robarle muletazos de gran sabor. Sólo faltó que la banda, cicatera, se sumase a la fiesta. Lo hizo Sevilla, con esa tan cantada música callada del toreo. Julián tumbó al toro de un estoconazo en la cruz. Perfecto. Cortó una justa oreja y demostró, no sólo su magisterio, sino que estas faenas a estos medios toros son las que separan a las figuras del toreo del resto. A años luz”. Mario Juárez (burladero.es)
“El Juli fue el primero en dar. Éste es otro que llegó a Sevilla mentalizado a tope. Prueba de ello es el arrimón que se pegó en el toro que abrió plaza, animal rajado al que a base de tragar obligó a embestir con mucho mérito el de Velilla de San Antonio. El Juli convenció por la vía del valor y como se fue detrás de la espada como un cañón, la gente quiso darle un premio. Primera y única oreja para él, ya que el segundo de su lote tuvo muchas complicaciones, además de un comportamiento amoruchado. Y claro, así es imposible, por mucho Juli que tenga delante el inepto burel”.
Foto: Matito (sevillataurina.com)