San Sebastián: El Juli corta una oreja y pierde otra más con la espada

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San Sebastián. Sábado 18 de Agosto de 2007.

Séptima de feria. Dos tercios de plaza. Toros de Jandilla.

César Rincón (de marino y oro) silencio y ovación; El Juli (de salmón y oro) ovación y oreja; y Antonio Barrera (de lila y oro con remates negros) oreja y ovación

“El Juli paseó otro trofeo del quinto tras mostrar una superioridad apabullante con sus dos ejemplares. Su primero manseó mucho pero rompió en la muleta. Un manso encastado de esos que embisten. Sin terminar de romper y sin mucha clase, Julián se lo sacó a los medios y allí lo sujetó con series ligadas, ajustadas y dejando siempre la muleta en el morro. Fue el gran secreto. Eso y la garra y raza del torero, formidable.

A más velocidad se vino arriba el torero, que todo cuanto hizo lo firmó por abajo y se pegó un arrimón importante. Sólo la espada le privó de pasear una oreja. No así ocurrió con el quinto, un ejemplar al que le costó más romper pero al que Julián templó y llevó siempre toreado. Las series al natural fueron de alta nota. Pura delicia. Encajado, firme de planta, tuvo profundidad y empaque la faena. El arrimón final fue de los sinceros. Jugando entre los pitones. Y la estocada, caída, efectiva. Paseó una merecida oreja. Y volvió a dejar constancia de su actual mando”. Por Mario Juárez (burladero.es)

“El Juli ha carecido de suerte en la Semana Grande. Por derecho y con clase no le ha embestido ninguno. Otra cosa es que él les encuentre el sitio y el punto a toros como el bruto segundo, que no humillaba e iba y volvía más con los pechos que con la mirada humillada. Firme y con la muleta siempre presentada obligó, mandó y tapó al toro. A última hora se le fue la mano a los bajos con un metisaca que lamentó.

Cuidó al quinto, con el que Carretero anduvo certero y prudente con las banderillas, no como otros que buscan las palmas fáciles despechugados y ostentosos. Cosió buena faena Juli. Sobre todo a derechas, porque cuando presentó la izquierda el toro se resistió, más que por no ser su lado porque ya se había acabado. De ahí en adelante El Juli se arrimó con las cortas embestidas y las exprimió. No marró con la espada, que entró fácil por el rincón rondeño. Tiró el personal de pañuelos para entregarle la recompensa a su esfuerzo”. Por Zabala de la Serna (ABC)

“Por su parte El Juli pudo haber logrado una oreja del segundo de la tarde, ejemplar de escasa entrega y aspereza, con amagos de quererse rajar, al que planteó una faena técnica y firme, pero pinchó. Si paseó una del segundo de su lote, un ejemplar que transmitió poco, por una faena en la que el torero puso lo que le faltó siempre al toro, hasta llegar a exprimirlo. En conjunto, la corrida ha sido variada, seria, buena pero exigente siempre y los que tuvieron movilidad fueron más encastados que bravos”. Por Mundotoro