“En el segundo tercio comenzaron a apuntar lo que podían desarrollar. Por ejemplo, el primero de Juli parecía querer irse, pero cuando le dejaban el capote en la cara el toro volvía siguiendo los vuelos. Fue lo que hizo en la muleta de Julián, que cuajó una faena de mucha importancia. Lo había visto El Juli, que entendió a la perfección al toro y que hizo lo que le pedía: sacárselo un poco a los medios, citarle en corto tapándole mucho, y echarle la muleta siempre a la cara. Al toro le costaba llegar hasta al final, pero un inteligente Julián le fue tocando a mitad del muletazo, para obligarle a seguir embistiendo y que el toro no viese nunca salida. Así, con el toro ‘imantado’ en su muleta, Juli cuajó tres series en redondo de mucho mérito y una de naturales superior. Tan lenta, tan profunda, tan cuajada fue la serie, que la plaza pudo jalear cada uno de los muletazos antes de que Julián tirase al toro de un estoconazo.El cuarto también se definió en banderillas, pero a malo, muy malo. Mucho peligro y sentido desarrolló el toro, que cortó una enormidad con los palos y que a Juli le arreó todo lo del mundo en la muleta. Era toro de hule y toro perfecto para taparse y echar las tres cartas, lo que no hizo Julián. El madrileño, en un gran momento, apostó por él y salió vencedor, después de arriesgar y jugarse los muslos por hacerle embestir. Lo castigó en el inicio y ni aun así se vino abajo el toro. Con mucho poder, midió y puso en apuros a Juli, que echó la muleta adelante, tragó y aguantó, y al final firmó tres series de naturales que muy difícilmente volverán a verse en esta feria. Cada pase era un ‘huy’ inicial, que terminó convirtiéndose en un ¡olé y en una gran ovación, la misma que recibió el torero tras tumbar al toro de un estoconazo, pero a la tercera”. Un gran Juli se impone a exigentes fuenteymbros en Castellón. Por Mario Juárez (burladero.es)

“Julián López El Juli ha cortado al animal que abrió plaza la única oreja del séptimo festejo de La Magdalena, un trofeo importante, pues el torero ha estado muy inteligente con un toro deslucido al que ha lidiado con maestría. Al cuarto, gazapón y complejo, le faltó raza, pero Julián volvió a plantear un trasteo modélico, a la altura a la que el toro embestía, y se inventó una faena que el toro no tenía, pero no agarró la estocada al tercer intento y se tuvo que conformar con una cerrada ovación”. La capacidad de El Juli. Por Pedro Palls (Mundotoro)