Ante unos siete mil espectadores se han lidiado toros de Achury Viejo

 César Camacho (Silencio y oreja), El Juli (Oreja y dos orejas) y El Cid (Silencio y Silencio)

 El Juli salió en hombros

 “El Juli, la Grandeza del Rey”. Andrés Frías Utria (El Universal)

 Allá abajo estaba el torero, el artista, el rey: Julián López El Juli, amo y señor de la tarde, de la noche taurina en la Monumental Plaza de Toros Cartagena de Indias. El segundo día de la Feria Taurina del Caribe fue todo para ese niño pródigo, ya convertido en hombre, que sometió a los dos toros con suavidad, con elegancia, con maestría. Él hace del arte la belleza sublime del torero, que se entrega para agradar. El Juli salió por la puerta grande, corno salen los grandes, fruto de las tres orejas que cortó. El español mostró su denuedo, el valor, el temple y la inteligencia para hacerla todo fácil en la arena de La Monumental. El Juli, en el primero, logró amarrarlo en un solo momento, con seis verónicas y dos chicuelinas, que sacaron los primeros olés de la corrida. Una oreja, pese a pinchar con la espada. Pero lo bajó con grandeza en el descabello. En el quinto, su segundo en lidia, fue todo de él. Lo hizo crecer en fuerza con su temple y la muleta fue bella, con pases de maestro. Y ahí si que es grande el español. Oleee, oleee. El Juli se entregó y fue certero con la espada. Dos orejas y en hombros.

 “Los grandes triunfan”. El Universal.

 No hubo lleno completo, pero el público degustó la grandeza del mejor torero del momento. En los inicios del día hubo amago de lluvia, pero la tarde fue espléndida, fresca. El cartel presagiaba una tarde y noche para enmarcar. Solo hubo un torero en la arena de la Monumental, y ese fue el mejor Julián López El Juli, que vestido de azul noche y oro, le preguntó, de entrada al público, ¿quieren ver un torero de verdad? Ese soy yo. Y así sucedió. Un maestro de maestro, con el capote y con la muleta. El arte y la sutileza quedó plasmado en el coso de la Avenida Pedro de Heredia. Los tendidos se embriagaron con la faena de Julián López. Por eso los grandes siempre triunfan. Y El Juli no defraudó, mostró lo que es en el mundo de la tauromaquía: el mejor torero contemporáneo, el ídolo de España. Por eso Julián seguirá siendo grande. Y los aficionados que tuvieron el privilegio de verlo anoche, salieron satisfecho y se pueden dar por bien servidos. Vieron al más grande.

 “Gran triunfador de la corrida fue ''El Juli''. Estuvo muy  entregado en sus dos faenas que se le premiaron con una oreja en el primero y las dos orejas del quinto de la corrida, donde lució especialmente con variado repertorio, y rematando de gran estocada. Salió a hombros siendo despedido con grandes ovaciones.” Por Alberto Lopera (Mundotoro)

 “El Juli, a hombros. La segunda corrida de la feria de Cartagena llevó la firma de El Juli, pues sólo la técnica y firmeza del madrileño permitieron que los toros fueran arrastrados sin sus apéndices. El primero de su lote fue un toro noble y fijo, cualidades que aprovechó El Juli para expresar un toreo puro Y de verdad. Con la muleta siempre adelante, trajo al toro embarcado con templanza, en series por ambos pitones de largo trazo. Soberbios fueron algunos de sus naturales. Su segundo desarrolló más dificultades, por lo que la gran capacidad, la claridad de ideas para entenderlo fueron las claves de la faena.” Por Rodrigo Arrego (6 toros6)

 “La raza de El Juli. El día siguiente, el gran triunfador del festejo era El Juli, que brindó una tarde completísima gracias a la garra, profesionalismo y entendimiento con un lote propicio y ante un público muy entregado con el espada madrileño. Certerísimo con los aceros en el segundo de su lote, sus faenas fueron premiadas con la oreja en el primero y el doble trofeo del quinto.” Por P. Punina (Aplausos)