Crónicas

Crónicas de Julián López

Quito: El Juli en hombros por la puerta grande

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
04/12/2005 Quito El Juli, Guillermo Albán, Salvador Vega Huagrahuasi, Triana Dos orejas y ovación

QUITO (Ecuador). Domingo 4 de diciembre de 2005


 Con lleno de “no hay billetes” se han lidiado dos toros de Carlos Manuel Cobo (1º y 3º), dos de Triana (2º y 5º), el segundo premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, y dos de Huagrahuasi (4º y 6º).


 El Juli (de azul rey y oro) dos orejas y ovación; Guillermo Albán (de nazareno y oro) oreja y dos orejas; Salvador Vega -que confirmó alternativa- (de blanco y plata) ovación y oreja


“El Juli forma un lío en Quito y abre la puerta grande”. Por ABC


 El Juli cortó dos orejas después de realizar una magistral faena a su primero, con un público entregado al máximo. El madrileño (en la imagen, entre la multitud), que malogró su segunda labor con la espada, salió a hombros en compañía del ecuatoriano Guillermo Albán.


 Por Tito Narváez (Mundotoro)


 El Juli cuajó a su primero con el capote y lo toreó de muleta con mucha calidad y profundidad. Dando una lección de toreo, El Juli templó y toreó con suavidad para administrar las fuerzas del gran toro de Triana, que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. A las manos del madrileño fueron a parar las dos orejas del astado. Al cuarto lo toreó con maestría y suavidad, en medio de un gran despliegue técnico, pero tuvo que emplear el descabello y se quedó sin trofeos.


 Por Fabián Cuesta (Burladerodos)


 El Juli volvió a demostrar en el coso de Iñaquito su portentosa capacidad y su gran torería, en una faena, al primero de su lote, que fue todo un vademécum de toreo fundamental. Cuajó a su primero desde los lances iniciales con el capote. Lució de forma brillante en un gran quite por chicuelinas, rematadas con una larga sensacional. Y ya con la muleta, realizó una faena plena de ligazón y hondura, templada y consistente. Sobresalió un par de tantas con la mano zurda, que fueron una buena muestra de por qué se lo considera uno de los toreros más hondos y poderosos toreando al natural. Un trasteo, en fin, de gran categoría, colofonado con una estocada entera aunque algo trasera, que no fue demérito para que se le concedieran las dos orejas del toro, ante la petición mayoritaria de la parroquia. Volvió a estar muy firme y en maestro con su segundo, en una faena de buen trazo y con mucho fondo, en la que fue haciendo de a poco a un toro que fue mansito pero de mucha calidad. De no haber sido por sus reiterados fallos con la espada, seguro hubiese cortado orejas, y redondeado así otra rotunda tarde en Quito. Recogió una gran ovación de despedida desde el tercio.



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