Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
---|---|---|---|---|
06/05/2005 | Jerez de la Frontera | Finito de Córdoba, El Juli, El Fandi | Torrealta | Ovación y dos orejas |
JEREZ DE LA FRONTERA (Cádiz). Viernes 6 de mayo de 2005
El Juli cortó las dos orejas del quinto y perdió más trofeos al fallar con el descabello en su primer toro. Séptima puerta grande consecutiva de El Juli en Jerez
Fotos de Mauricio Berhó en Mundotoro
Feria del Caballo. Tercera de feria. Con más de tres cuartos de entrada se han lidiado seis toros de Torrealta, el quinto premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
FINITO DE CÓRDOBA de negro y oro (SILENCIO Y OREJA)
EL JULI de grana y oro (OVACIÓN Y DOS OREJAS)
EL FANDI de berenjena y oro (OREJA Y PALMAS)
El Juli salió en hombros
”El Juli, y luego todo lo demás”. Por Álvaro Acevedo (Mundotoro)
Que Finito de Córdoba es un superclase y que El Fandi es un monstruo con las banderillas no lo duda nadie, pero que El Juli es la primera figura del toreo con una enorme diferencia con el resto, quedó demostrado de manera debastadora en la tarde de hoy en Jerez de la Frontera. Finito corto una oreja y a El Fandi le dieron otra, pero por la puerta grande salió el que tenía que salir: su nombre, Julián López.
El Juli se impuso a la bronca embestida de su primero con un valor apabullante, con una serenidad colosal ante los pitones que rozaban y hasta llegaron a tropezar el cuerpo del torero. Un torero, dicho sea de paso, que toreó bajando la mano, sometiendo la violenta acometida, e imponiendo su ley desde el primer muletazo hasta la estocada final en un trasteo con firmeza, capacidad y de clara demostración de lo que es afrontar las dificultades con la responsabilidad que se le demanda a un líder.
Cinco golpes de descabello le dejaron sin oreja pero en cambio le cortó las dos tras tremenda faena al quinto. El toro fue mansito en el caballo, alegre en la muleta y siempre poco humillador, por lo que la vuelta al ruedo con que se le premió al animal en el arrastre fue excesiva. El Juli dejó entero al animal, le hizo un ajustadísimo quite por chicuelinas, le impuso su mando en varias dobladas extraordinarias, y en los medio de la plaza, lo toreó con una perfección sólo posible en un cerebro e inteligencia superior.
El Juli toreó ligado, muy limpio, sin perder terreno, en series fantásticas con ambas manos que tuvieron como epilogo dos inconmensurables redondos y una estocada de efecto fulminante que desató la pasión en los tendidos. La primera figura del torero paseó entre el clamor dos orejas de ley.
...Fueron esos toros el principio y el final de una tarde en la que se demostró una cosa: El Juli es el mejor.
"Faenón de El Juli". Por José Antonio del Moral (ocio crítico)
Impresionante cómo lo templó Julián y cómo exprimió tal vendaval de bravura a base de torear con la increíble intensidad que en ya es norma en el madrileño cuando tandas de cinco, de seis y hasta de siete pases cosidos sin solución de continuidad parecen un solo e interminable muletazo. Rizado el rizo a base de dobles circulares y torerísimo regodeo en los adornos, otra vez 'El Juli' se tiró a matar como un jabato logrando dos orejas ganadas a toda ley antes de que al toro lo premiaran con una discutida - ¿discutible? - vuelta al ruedo. A hombros salió de la plaza Julián, rodeado de aficionados muy satisfechos del banquete. ¡Enhorabuena!
”El Juli se exhibe”. Por Barquerito (El Correo digital)
El Juli se exhibió con dos toros de Torrealta. Los mejores de la corrida. A uno de los dos, al quinto, le cortó las orejas. Al toro le dieron en el arrastre la vuelta al ruedo. Con el fondo emocionante de un compás de palmas por bulerías que batían por el toro sin saber que batían más por El Juli. O sabiéndolo. Al segundo le pudo haber cortado otras dos orejas. Pero no le vio la muerte hasta el segundo viaje, le atizó estocada trasera perdiendo el engaño, se ofuscó en descabellar a toro tapado, hasta sonó un aviso.
Las dos faenas fueron de una precisión y un dominio apabullantes. El segundo de corrida fue un punto brusco. Toro de atacar. El Juli lo sometió con autoridad. Desde el primer muletazo. Ni una prueba. Sopló bastante viento y El Juli se vio descubierto varias veces. No rectificó ninguna, no perdió pasos, no dudó. Le bajó la mano al toro, le aguantó dos derrotes a medio viaje, no se inmutó al sufrir un varetazo. La armadura de la faena fue inteligente. La resolución, valerosa por la manera de embraguetarse. El remate con la espada, otra historia.
Pero El Juli vino a redondear en su otro turno. Con un toro de bonitas proporciones. El Juli lo tuvo domado, imantado y engañado cuando le dio la real gana. La sensación de poder resultó hasta excesiva. Con la izquierda dejó al toro vacío. Se lo trajo en circulares cambiados y en la suerte natural, se enroscó, volvió a abrochar con los de pecho. Hubo uno sensacional. Con los ánimos caldeados, El Juli cuadró al toro y se fue tras la espada para enterrar arriba estocada hasta el puño. Salió el toro casi tambaleándose del embroque. Hubo fiesta. Además de todo eso, El Juli toreó con el capote con un ajuste notorio. Un rotundo triunfo.
"El Juli sale a hombros". Por Agencia EFE
El Juli ejecutó dos grandes faenas. La primera de ellas al segundo de la tarde la comenzó con tandas de verónicas, hubo lucimiento en los quites, brindis al público y magistral tanda de derechazos que levantó al público. Brilló luego por naturales y culminó con un pinchazo y entera. El trofeo se le escapó al tener que resolver con nada menos que cinco descabellos.
En su segundo, que fue premiado con la vuelta al ruedo, toreó con gusto y dominio con el capote. Con la muleta comenzó con un trasteo artístico en el centro del ruedo, para continuar con brillantes series con ambas manos y redondos. Culminó de gran estocada para ganar dos orejas y abrir la puerta grande, por la que salió a hombros.
El Juli ejecutó dos grandes faenas. La primera de ellas al segundo de la tarde la comenzó con tandas de verónicas, hubo lucimiento en los quites, brindis al público y magistral tanda de derechazos que levantó al público. Brilló luego por naturales y culminó con un pinchazo y entera. El trofeo se le escapó al tener que resolver con nada menos que cinco descabellos.
En su segundo, que fue premiado con la vuelta al ruedo, toreó con gusto y dominio con el capote. Con la muleta comenzó con un trasteo artístico en el centro del ruedo, para continuar con brillantes series con ambas manos y redondos. Culminó de gran estocada para ganar dos orejas y abrir la puerta grande, por la que salió a hombros.
Foto: M. Berhó
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