Crónicas

Crónicas de Julián López

Crónicas de Julián López

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
08/04/2005 Sevilla César Rincón, El Juli, Matías Tejela El Ventorrillo Ovación y ovación


SEVILLA. Viernes 8 de abril de 2005

Fotos de la tarde (Mauricio Berhó)

Feria de Abril. Real Maestranza de Caballería. Casi lleno. Cinco toros de El Ventorrillo y uno, como sobrero, de Fermín Bohórquez

CÉSAR RINCÓN (de marfil y oro con cabos negros) SILENCIO EN AMBOS
EL JULI (de berenjena y oro) OVACIÓN Y OVACIÓN
MATÍAS TEJELA (de lila y oro) OREJA Y PALMAS

El Juli, que demostró su maestría, no fue valorado lo suficiente. Por Juan Posada (La Razón)

No respondieron como se esperaba los toros de El Ventorrillo, aunque hubo un tercero muy bueno para el torero, y un quinto potable, ayudado por el excelente hacer de El Juli.
El Juli, en gran lidiador con sus dos toros, en especial con el primero, que tuvo serias dificultades. Al quinto le realizó una faena maestra, bien pensada y mejor ejecutada. Mostró una depurada técnica y, por supuesto, el valor sereno de las grandes figuras. El público sevillano, un tanto frío, no lo premió como se merecía.
El Juli saludó al segundo, remolón en la embestida, a pies juntos. Desistió y optó por lidiarlo para ahormarle la cabeza. Inició la faena desde largo con la derecha, soportó la brusca arrancada, para continuar valiente, aguantando mucho y soportando el mando del toro. Ya en la tercera serie tomó el timón y la distancia, adelantó la muleta y dio un paso al final de cada muletazo, única forma de dominar la situación. Faltaba hacerlo por el pitón izquierdo y, tragando mucho en los primeros, acabó por someterlo. A partir de entonces, situado en el lugar correcto y consintiendo mucho al animal, dos tandas diestras y otra con la zurda remataron una faena torera, valiente, ética y responsable. Logró cambiar el semblante del público, un tanto huraño desde un principio.
Lidió muy bien con el capote al quinto, un toro al que había que consentir, luchar con él y conducirle las embestidas. Situado en el lugar exacto, entre los pitones, citó con el engaño muy adelantado y se acopló a sus arrancadas. Las dos tandas iniciales con la diestra sirvieron para acoplarse con el toro y encelarlo; en algunos momentos se regodeó en muletazos improvisados. Con la izquierda, por donde el toro no iba bien, aguantó y logró naturales a fuerza de eso y de dejarle el engaño al alcance de su vista. Para finalizar, dos derechazos, un natural repentizado y pase de pecho. Faena medida, templada, confeccionada y de valor, propia de una figura. El público, un tanto frío.


Por Álvaro Acevedo (Mundotoro)

Esta vez, su técnica, temple y poderío fueron suficientes para plantar cara al viento y a las desclasadas embestidas del segundo, y para extraer algunos muletazos lentos y de mano baja al noblote quinto, que se vino muy a menos.

Foto: Mauricio Berhó


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