El Juli inició su campaña mexicana en Puebla

Ante un gran lleno, Julián no tuvo suerte con su lote y a pesar de ello pudo desorejar a su segundo toro de no fallar a espadas

Puebla, viernes 14 de enero de 2005

Corrida nocturna. Lleno de "No hay billetes". Toros de Los Encinos

El Juli -de verde hoja y oro- (Ovación tras leve petición y palmas)
Jerónimo -de azul marino y oro- (Palmas y oreja)
Omar Villaseñor -de celeste y oro- (Ovación y palmas)

El Juli se impuso a la bronca con entereza. Por José Antonio del Habra (Burladerodos)

Cuando cambiaron el primer tercio del toro que abrió plaza, la gente comenzó a silbar para que Julián López “El Juli” cogiera las banderillas, pero el torero no se inmutó y las protestas se disiparon a los pocos segundos, quizá porque la gente supuso que el madrileño sí iba a colocar los palos en el cuarto. Pero no fue así. Julián volvió a permanecer en la barrera y entonces se desató la bronca.
Largos derechazos
Es importante recordar a la afición de México que hace casi un año que Julián tomó la decisión de dejar las banderillas para su cuadrilla, pues según sus propias palabras era una suerte que no la sentía; un tercio que se veía obligado a cubrir sin la convicción necesaria. Ahora que se ha alejado del estrépito que implica banderillear, Julián está ganando en reposo en el inicio de sus faenas y también se le percibe más relajado a lo largo de la lidia.
Pues aunque el público no toleró que Julián dejara de cubrir el tercio de banderillas, la capacidad de este predestinado comenzó a imponerse a las circunstancias adversas. Madurez y sitio, dos palabras claves para estructurar una faena de asombrosa inteligencia y terminó por someter a un toro que nunca le regaló una embestida.
Caminándole
A base de convencerlo, Julián consiguió extraer al de Los Encinos embestidas largas porque siempre procuró llevarlo embebido en la tela. Fue un trasteo de manos a más que no pudo rematar con los aceros. Y entonces sí, la gente se acordó de la negativa de banderillear y chilló injustamente al madrileño cuando ésta no atinaba a descabellar.
Así le exige la gente a las figuras del toreo y por eso esta temporada mexicana será un reto para Julián, que nada más empezar ha elegido una encierro más que digno para esta plaza, un detalle que habla bien de su ética profesional y su compromiso ante un primer público que aplaudió la presentación del toro que abrió plaza, un ejemplar soso al que hizo una faena entonada.


Por Mundotoro
Julián pechó con un lote de toros parado y sin clase, ante el que se mostró valiente y muy inteligente para extraer muletazos templados y vibrantes por ambos pitones. Su fallo a espadas le privó de algún trofeo.

Por Álvaro Sánchez (Diario Ovaciones)
El Juli lanceó a pies juntos al segundo, el cual llegó con poco gas a la muleta. El madrileño tuvo que obligarlo a embestir, hasta que consiguió tres ajustadísimas dosantinas. Terminó de estocada abajo. Tuvo ligera petición de oreja, para, finalmente escuchar una cerrada ovación. Ante el quinto realizó una faena inteligente, midió la embestida para ir dosificando los muletazos. Logró lo más torero al emplearse por el lado derecho. Se puso pesado con los aceros hasta escuchar un aviso. En ambos turnos el público le recriminó ruidosamente el hecho de no haber colocado banderillas.