Crónicas

Crónicas de Julián López

Pamplona: El Juli triunfa y cuaja la faena de la feria

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
14/07/2004 Pamplona Javier Conde, El Juli, Matías Tejela Juan Pedro Domecq Silencio y oreja


PAMPLONA. Miércoles 14 de julio de 2004

Coso de la Misericordia. Última de la feria de San Fermín. Lleno de “no hay billetes”. Toros de Juan Pedro Domecq para:

JAVIER CONDE (de blanco y azabache) VUELTA Y SILENCIO
EL JULI (de grana y oro) SILENCIO Y OREJA CON LEVE PETICIÓN DE OTRA
MATÍAS TEJELA (de turquesa y oro) SILENCIO Y SILENCIO


Por CRV. (mundotoro)
Salió un quinto toro con menos cuerpo pero más cara y lo lanceó acompasado y suave El Juli, hizo un sencillo, ligado y limpio quite por gaoneras y la faena de muleta fue una de esas construcciones en las que el temple y la largura de los muletazos sacaron todo el fondo bueno que tenía el toro, que fue bastante, pero que a veces daba la impresión de faltarle algún tranco al final de los terceros o cuartos muletazos. Probablemente le sobró tanto castigo en el segundo puyazo. Toro para enganchar y no torear en la distancia corta, para llevarlo suave y muy por abajo y la izquierda de El Juli cobró con él un precio carísimo. Un soberbio toreo al natural y un no menos sobresaliente toreo con la derecha antes de volcarse al volapié. Una gran faena valorada sólo a medias por el público.

Por Juan Posada (La Razón)
Bien con el capote y en el quite por gaoneras. Dispuesto, cuatro pases por alto y el de pecho. Conforme se centraba con la derecha, el público, también. Juli comenzó a creer en él y los de la grada. Lo expresaba en el gesto y en la forma de dejar la muleta adelantada. Lo mejor, los naturales, ligados y muy bien rematados. Faena muy transmisora, con excelentes momentos que recordaron a El Juli de otros tiempos. Muy bien.

Por J. A. del Moral (ociocritico)
La ganó en toda lid muleta en mano con una faena redonda, intensa, templada y propia de la maestría que ostenta la gran figura. Ni un pero. Alegría en el semblante del matador, de los que estaban entre barreras y de los aficionados.

Por Zabala de la Serna (ABC)
El único que fue capaz de cortar una oreja fue El Juli con el quinto. Templado, muy templado, esperándolo sobre la izquierda, enganchando los viajes, que es el toreo. Juli, lejos de su jovialidad perdida y su chispa, es capaz de entender un toro así, así de bien quiero decir.

Foto: Mauricio Berhó

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