Crónicas

Crónicas de Julián López

Domingo de Resurrección: El Juli corta una oreja en Sevilla

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
11/04/2004 Sevilla Ponce, Dávila Miura, El Juli Torrealta Palmas y oreja


Galería fotográfica de la corrida de Sevilla

Soberbio toreo de capote de Julián con su primer toro y gran faena con el último

SEVILLA. Domingo 11 de abril de 2004

Domingo de Resurrección. Lleno de ”No hay billetes” en La Maestranza. Seis toros de Torrealta.

ENRIQUE PONCE (de grana y oro) OVACIÓN Y SILENCIO
DÁVILA MIURA (de rioja y oro) OREJA Y OVACIÓN
EL JULI (de blanco y oro) PALMAS Y OREJA

Por Álvaro Acevedo
Sevilla lo iba a medir como lo que es, y Julián debía responder también como lo que es: un figurón. Y como un figurón toreó con las manos bajas a su primero en grandes lances por el lado izquierdo. Como un figurón quitó por chicuelinas de frente; y banderilleó con emoción y poder a un toro que se había dejado crudo a conciencia. Se paró luego el de Torrealta y la cosa quedó en tablas a la espera del sexto. Y el sexto fue bueno, embistiendo por abajo y a la voz, pero faltándole un punto de recorrido. Pero ese recorrido fue capaz de prolongarlo Julián en una soberbia labor de enorme quietud, de magnífica pureza y mucha verdad. Sin una concesión al público, sabiendo que no le iban a regalar nada, fue engolosinando al toro en el engaño para acabar toreándole de forma magistral con la mano izquierda, o en redondos lentísimos, o en un cambio de mano en el que se dejó llegar el toro a los muslos para vaciar la embestida en un pase natural y otro de pecho como un Paco Ojeda cualquiera del siglo XXI. Su toreo final a pies juntos, el escalofriante aguante en un parón en seco del toro, y la fenomenal estocada con la que rubricó su obra, dieron paso a una oreja que nadie –ni los necios –podrá discutir.

Por Fernando Carrasco (ABC)
Todo se solventó con el que cerró plaza, un toro muy bonito de hechuras que no se empleó ni en el capote ni en el caballo pero que propició un gran tercio de banderillas de José Antonio Carretero. No terminaba de romper cuando llegó a la muleta hasta que Julián dijo «aquí estoy yo» y, a partir de la tercera tanda, hacerse con las embestidas de su oponente, tirando de él con firmeza y templanza y rematar los muletazos atrás de la cadera. Lo mismo cuando se echó la pañosa a la izquierda y en tres tandas puso a todos de acuerdo. Aguantaba El Juli, clavadas las zapatillas, mientras pasaba el astado. Siempre en el sitio, el toque justo para vaciar las embestidas y, de nuevo en el sitio, enjaretar otro y otro muletazo. Tuvo raza la faena pero también consistencia. Dejó la estocada de la tarde que, por si sola, valía la oreja.

Por Luis Nieto (Diario de Sevilla)
…un Julián López El Juli, que continúa subiendo peldaños en esa madurez que está a punto de alcanzar cuando apenas ha entrado en la edad veinteañera.
Los momentos más importantes, de una tarde salpicada de instantáneas con prestancia, llegaron en el sexto, un toro que no se entregó en los primeros tercios, pero que tuvo un pitón izquierdo muy boyante. El Juli, que no quiso banderillearlo, nos permitió deleitarnos con dos pares soberanos de ese magnífico peón que es José Antonio Carretero. Luego, el diestro, en los tercios, anduvo algo precipitado al manejar la tela con la diestra. Pero en el toreo al natural dictó una buena lección. Templó en una primera tanda. Se gustó en una segunda serie. Y en una tercera surgieron naturales largos y mandones. De nuevo por el pitón derecho, con el toro ya en la mano, emocionó a los tendidos en otra serie de máxima quietud y notable ligazón. Como postre, se relajó en unos naturales sueltos ceñidísimos, que remató con un farol, que alumbró al torero para cerrar la faena y propinar una estocada en la que se volcó sin titubueos al volapié.
En su anterior, el tercero, un astado de escaso trapío, con la cara anovillada, y sin entrega, en sus embestidas el madrileño ganó terreno toreando con primor a la verónica, banderilleó con acierto y se mostró porfión en las afueras en una labor con altibajos. Con los palos cosechó tres grandes ovaciones en un primer par muy apretado en su reunión; un segundo con derroche atlético y un tercero, arriesgadísimo, por los adentros.

Foto: Mauricio Berhó

Galería fotográfica de la corrida de Sevilla

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