Fecha | Plaza | Cartel | Ganadería | Resultados |
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12/09/2003 | Salamanca | Ponce, El Juli, Antonio Barrera | Pedro y Verónica Gtrrez Lorenzo | Una oreja y palmas |
SALAMANCA. Viernes 12 de septiembre de 2003
Feria de septiembre. Gran lleno en los tendidos. Toros de El Capea -cinco con el hierro de Pedro y Verónica Gutiérrez y uno, el tercero, con el de Carmen Lorenzo-, de no excesivas virtudes en líneas generales aunque con dos toros potables, el segundo y el cuarto, que se dejaron sin más, otro que fue el mejor por encastado, el tercero, y tres complicados, el primero, el sexto y sobre todo el quinto que fue el más deslucido del encierro.
ENRIQUE PONCE (de grana y oro) SILENCIO Y OREJA
EL JULI (de celeste y oro) OREJA Y PALMAS
ANTONIO BARRERA (de verde botella y oro) OREJA Y SILENCIO
El Juli anduvo como Pedro por su casa ante el sosón segundo toro. Con la facilidad de su maestría callada. Enjaretó derechazos y naturales con son y limpieza, con esa difícil facilidad que tienen los privilegiados. El toro no tuvo bravura ni transmisión y todo lo hubo de hacer Julián. Y para transmitir a la grada se quedó en el sitio para ligar los muletazos, quedándose perfectamente colocado para enlazar los pases. También quedó inmóvil para enjaretar el último muletazo de cada tanda con el remate. Todo ello con valor, con sobrado valor. El mismo que desplegó en un último tramo de cercanías. Remató la obra como habitúa muchas veces, con preciosos muletazos por bajo sin que faltara su clásica y preciosa trincherilla con la mano izquierda. Dejó un estocadón y cortó una oreja.
Quizás, no se sabe, de haberse cambiado el orden y el toro que El Juli lidió en primer lugar hubiera salido en quinto, esta faena, con un público más caliente y metido en la corrida, se hubiera premiado doblemente con las dos orejas. De hecho se palpó esa sensación cuando Julián finiquitaba a su segundo animal, un bruto con viveza y deslucidísimo que imposibilitó la redondez del triunfo. Por su compromiso y la eficaz y honesta estocada escuchó esas fuertes palmas tras arrastrarse al toro.
Foto: Mauricio Berho