Crónicas

Crónicas de Julián López

Tarde impresionante de El Juli y cuatro orejas

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
11/10/2003 Zaragoza El Juli, (en solitario) Adolfo Martín, Javier Pérez Tabernero, Juan Pedro Domecq, Las Ramblas, Partido de Resina, Zalduendo Ovación,oreja, palmas, oreja, ovación y dos orejas

Zaragoza. Sábado 11 de octubre de 2003

Feria del Pilar. Lleno de “no hay billetes”. Seis toros de distintas ganaderías; por este orden: Partido de Resina, Zalduendo, Adolfo Martín, Las Ramblas, Parladé (sustituyendo al titular de Javier Pérez Tabernero) y Juan Pedro Domecq. Todos de una presentación impecable, magnífica. Por trapío, por serias y astifinas defensas y, aunque no tenga que estar relacionado, hasta por peso: tres toros superaron de largo los seiscientos kilos, no en vano al cuarto de la tarde le faltaron dos kilos para llegar a los setecientos.

El Juli (de blanco y oro) Ovación, oreja con petición, palmas, oreja, ovación y dos orejas

www.eljuli.com

Cuando la furgoneta de El Juli logró abrirse paso entre la multitud encaminando la avenida hacia el hotel, se hubo de detener otra vez en un paso de cebra por un nuevo grupo de personas que salían de los toros. Y entre aquellos uno, con pinta de torero, con una gorrilla campera ligeramente ladeada y un andar pausado como regodeándose de lo que había presenciado. De pronto, al levantar la mirada, identifica el coche del torero. Desprendiendo tufo a torería agarra lentamente la gorrilla para lanzarla a continuación al ladito mismo de la puerta donde se situaba Julián. Sin más, sin querer escuchar nada, prosigue su camino. Aunque muchas gargantas andaban ya tomadas por la rotundidad de dos horas y medias de torería bien mereció la pena arrancar un último olé por aquel instante. Aquel veterano aficionado expresó con un solo gesto la grandeza de una tarde de toros impresionante.

Vaya por ahí que en breve narraremos toro a toro toda la tarde de El Juli pues bien merece la pena. Y, por ahora, mal resumiremos que fue una tarde maravillosa por el conjunto, por el broche de oro con la inconmensurable faena al sexto toro, por la constante variedad, por no dejar una sola laguna para el aburrimiento, por ser la gran tarde de El Juli, junto a la de Madrid, en la temporada 2003.

mundotoro

¡OLÉ TORERO! Por Platerito. La tarde terminó con un grito unánime ¡torero torero! fue para un tal Julián López El Juli que se entretuvo en venir a Zaragoza a encerrarse con seis toros y dejar claro que está vivo y que su nombre tiene que seguir sonando muchos años.

 Seis toros, seis estocadas, una media pero en lo alto, suficiente para mandar al desolladero al Adolfo Martín. Variado con los quites y bien en banderillas especialmente en el sexto, tercio que compartió con el subalterno de esta tierra Jesús Arruga. En el cuarto hizo lo mismo con Carretero y Bermejo, dos matadores de toros que lucen con orgullo y arte el terno de plata.

 Con la muleta se le pudo ver de todo. En el de Partido de Resina estuvo con casta torera frente a un toro que cambió a peor en la muleta. En el de Zalduendo toreó bien al natural y fue ganando puntos al cortar una oreja. El de Adolfo Martín, que se tragó una tanda de derechazos de mano baja y pudimos ver el último par de Emilio Fernández que los nervios del momento le hicieran caer al suelo y en el tendido su familia lloró al igual que cuando le cortaron la coleta. Bellas lágrimas para un torero. Con el buey de las Ramblas, que dio mas juego del que sus kilos parecían permitirle, logró una nueva oreja. Con el sobrero de Parladé atravesó un pequeño bache, pero se repuso en el sexto un toro importante de Juan Pedro al que ligó series rotundas con gusto y poder hasta decir basta y llegar a un triunfo sin paliativos. Estas tardes engradecen la Fiesta de los toros y sobre todo a sus protagonistas. Ole torero.

burladerodos

“El Juli superó con notable alto su encerrona”. Por Germán Jiménez Andreú. Terminaba la temporada y había que demostrar, en una plaza de primera, quien y por que es él el que manda en estos momentos en la fiesta. Y la verdad es que lo demostró Julián López "El Juli", superando con notable alto el examen de su encerrona ante seis astados en el coso de La Misericordia. Entregado y muy seguro toda la tarde, no pareció la pesarle en el ánimo lo mas mínimo la responsabilidad del acontecimiento al madrileño, siempre pendiente de los mas mínimos detalles de la lidia de los seis ejemplares de distintos hierros y encastes con los que se las vio. Con el estoque estuvo muy efectivo toda la tarde, saliendo a espadazo por astado.

 Al primero de la tarde del hierro de Partido Resina, le saludó con tres verónicas a pies juntos, y lo banderielleó, cerrando el tercio con un par por los adentros. el animal se acostaba por el derecho, por lo que se llevó el torero el engaño a la zurda, con la que consiguió que el tardo morlaco, aunque de uno en uno, fuese tomando los muletazos. Lo volvió a probar por el pitón derecho, quedándose y buscando por ahí con peligro el animal, al que mató de estocada entera hasta la bola y descabello.

 Se sacó a los medios con unas verónicas al segundo, un ejemplar de Zalduendo que lucía unas impresionantes perchas, y que metió bien los riñones en el caballo. Tras parearlo, le comezó la faena con cuatro estatuarios rematados con un torerísimo pase del desprecio, para continuar con la diestra, en el centro del redondel, con un par de series muy ligadas, tomado ya mas parado el noble animal otras dos buenas series de naturales. Lo mató de una esticada entera de rápido efecto, siendo premiado con la primera oreja del festejo.

 Peleó bien en varas el tercero, de Adolfo Martín,al que no le sobraban las fuerzas. Tras clavar un par de banderillas, Emilio Fernández padre, tropezó quedando a merced del toro que por fortuna no hizo por él. Embistió defendiéndose el animal que tomaba a regañadientes el primer muletazo, protestando y revolviéndose en el siguiente.Ante lo imposible de semejante material optó por un leve macheteo, recetándole media en buen sitio, que fue suficiente para hacerle doblar.

 Un señor toro con 698 kg, era el cuarto, de Las Ramblas, con el que se adornó en un quite en el que alternó faroles con gaoneras. Tras el tercio de banderillas, que tuvo ''''El Juli'''' el bonito detalle de compartir con los subalternos Roberto Bermejo y José Antonio Carretero, comenzó en el centro del ruedo con un pase cambiado y otro por alto su labor muleteril. Embistió el animal con la cara alta, relizando el diestro una faena efectista, pues pocas mas posibilidades ofrecía el animal, al que despenó de entera algo caída, recibiendo la sgunda oreja de la tarde.

 Se lastimó una mano el quinto, de Javier Pérez Tabernero, que fue devuelto y sustituido por un sobrero de Parladé, al que recibió de rodillas con un farol, luciéndose mas tarde en un quite por chicuelinas. Pareo con facilidad al noblote animal, colorado y ojo de perdiz, que embistió con sosería, bajándole Julián la mano en una de las series que con temple intrumentó con la diestra. Poco a poco el animal se fue quedando y el matador lo finiquitó de estocada entera algo desprendida.

 Al que cerró plaza, un ejemplar de Juan Pedro Domecq, el menor presencia del encierro, le interpretó un quite por lopecinas, compartió banderillas con el subalterno Jesús Arruga. Brindó la muerte del morlaco a su cuadrilla, tras lo cual inició de rodillas y en terrenos de tablas la labor de muleta. Se fue después a los medios donde, manejando siempre la pañosa a media altura, toreó con lentitud, temple y verdad a su noble oponente, consiguiendo hilvanar muletazos de auténtico cartel en una extraordinaria faena en la que brillaron con luz propia los pases de pecho con los que remató las series. Se adornó con un circular antes de tomar la espada con la que recetó una entera cntraria. Fue premiado con las dos orejas.

 Al término del festejo se cortó la coleta el banderillero Emilio Fernández padre.

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