SALAMANCA: EL JULI CORTA LA ÚNICA OREJA DE LA TARDE

SALAMANCA. Martes 10 de septiembre de 2002.

La Glorieta. Tercera de feria. Lleno de “No hay billetes”. Se han lidiado tres toros de Los Bayones, los tres primeros, y tres de José Luis Pereda. Bien presentados en general.

FINITO DE CÓRDOBA (de corinto y azabache) PALMAS Y SILENCIO
JOSÉ TOMÁS (de turquesa y oro) PITOS Y PITOS
EL JULI (de grana y oro) OREJA Y SILENCIO

Es de tener una increíble admiración hacia una figura que busca, por todos os métodos posibles, que el público que llena las plazas para verle salgan contentos.
Solo el tiene esa respuesta a la responsabilidad con tanta raza y categoría. No le ha embestido un solo toro en la feria de Salamanca, ni uno, y sin embargo se ha llevado dos orejas del ciclo.
Su primer toro tuvo un peligro tremendo, aunque, como siempre, se empeñase afanoso en taparle todos los defectos posibles de cara al gran público.
Con éste primero le enjaretó tres buenos pares de banderillas. Después y a pesar de las infinitas dificultades del toro, no tiró por la calle de en medio, sino que expuso y expuso para hacerle pasar por donde él quería, rematando las series con magníficos pases de pecho. Y es que lo grande de El Juli es que al toro bueno lo torea como nadie y con el malo se arrima y le busca todas las posibilidades posibles con una inigualable raza. Por eso estamos hablando de uno de los toreros más completos, en todos los sentidos, que se recuerda. Acabó con el bicho de una media arriba y cortó una merecida oreja.
Al sexto lo recibió con preciosos lances a la verónica, de los que sobresalieron, sobre todo, los ejecutados por el lado izquierdo. Pronto se vio la excesiva flojedad del de Pereda por lo que no recibió, prácticamente, ni un picotazo. Dispuesto a darlo todo, pidió las banderillas, caldeando el ambiente. Y con la muleta poco pudo hacer ante la embestida con la cara por las nubes de un toro bajo mínimos que se defendía. Disposición y raza, de lo que es, la primera figura del toreo, la mostrada esta tarde por Julián López “El Juli” ante un lote absolutamente imposible para cualquiera
Finito de Córdoba obtuvo un balance de palmas y silencio, mientras que José Tomás escuchó pitos en ambos.