EL RELAJO Y LA MAESTRÍA DE EL JULI VALEN LA SALIDA A HOMBROS POR LA PUERTA GRANDE

ALMAGRO (Ciudad Real). Domingo 25 de agosto de 2002

Lleno total. Seis toros con el hierro de Juan Pedro Domecq. Por lo general colaboraron al lucimiento aunque con matices.

FINITO DE CÓRDOBA (de negro y oro) OVACIÓN Y OREJA
JOSÉ TOMÁS (de rioja y oro) OREJA Y OVACIÓN
EL JULI (de azul rey y oro) OREJA Y OREJA CON PETICIÓN DE LA SEGUNDA

Ya lo decíamos ayer. Como se le nota a El Juli su paso por el bocho. En Bilbao dejó toda la tensión retenida y tras la explosión apoteósica del triunfo, el toreo de Julián ha multiplicado relajo y cadencia.
A su primer toro lo recibió flexionando la rodilla de salida y después, parsimonioso él, con excelentes verónicas, tanto a pies junto como abriendo el compás. Buenas tomas para los fotógrafos. Tras el puyazo quitó por ceñidas y bellas tafalleras a pies juntos. Con los palos mostró idéntico clasicismo para clavar por ambos pitones con perfección y gran facilidad. Gran ovación.
Con muletazos a media altura rematando con el pase de pecho de pitón a rabo, comenzó la faena. Mientras el toro, de buena condición, duró, El Juli se deleitó en naturales y derechazos sin mancha. Dibujando el muletazo hondo, encajado de riñones y con las zapatillas bien plantadas en la arena. Por ahí hubo muletazos por bajo tremendos de belleza, y sobre todo, pases de pecho espectaculares por su perfección.
A partir del ecuador de la faena, El Juli se adueñó de los terrenos del toro haciéndolo pasar cuando y por donde quería. Momentos de arrimón sin derramar una gota de sudor.
Pinchazo y estocada desprendida para pasear la primera oreja.
Ante el sexto vio clara la ocasión de abrir la puerta grande. El toro no rompió hasta recibir el puyazo de Salvador Herrero. Volvió a pedir las banderillas para poner de nuevo el coso al rojo vivo con tres pares en todo lo alto, destacando el tercero arrancando sentado en el estribo. Brindó a la concurrencia que llenó hasta la bandera el coso de Almagro e, inteligente, comenzó por bajo la faena para hacerse con la embestida del astado. En una distancia media-larga, citó Julián para buscar la embestida en el segundo muletazo dejando la muleta en el hocico. Esa fue la clave, dejar la muleta en la cara, porque aunque al animal le costaba tomar el primer muletazo si luego se le provocaba adelante, él seguía su acometida. De todos modos el toro sacó muchas complicaciones, muchísimas, tapadas en su mayoría por la gran maestría del torero de Madrid. Faena vibrante, seguida con entusiasmo por el público. Mató de gran estocada provocando una bella y espectacular muerte del castaño de Juan Pedro. Oreja, gran petición de la segunda y salida, triunfal, en hombros por la puerta grande. ¡Qué semana lleva El Juli!

Finito tuvo un buen lote. Al primero lo pinchó y con el segundo construyó una faena a más premiada con una oreja.
José Tomás recibió una voltereta en su primero y cortó una merecida oreja. No pudo rematar con el soso quinto.