Crónicas

Crónicas de Julián López

UNA OREJA CON PETICIÓN PARA EL JULI EN OLIVENZA

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
02/03/2002 Olivenza Paco Ojeda, Finito de Córdoba, El Juli Guadalest, Torrealta Silencio y oreja con petición

sábado 2 de marzo de 2002

UNA OREJA CON PETICIÓN PARA EL JULI EN OLIVENZA



Julián encantó con sus conocimientos ante un lote infumable

OLIVENZA (Badajoz). Sábado 2 de marzo de 2002

Plaza de toros de Olivenza, primera de feria. Lleno de “NO HAY BILLETES”. Se lidiaron cuatro toros con el hierro de TORREALTA (2º, 4º, 5º y 6º) y dos de GUADALEST (1º y 3ª que salió sustituyendo al anunciado de Torrealta, que ofreció un notorio defecto de vista). Encierro muy descastado en líneas generales, con dos toros de pésima condición (3º y 6º), otros de escasísimas fuerzas y otros que no aguantaron el último tercio. Como notoria excepción el magnífico segundo toro que debió merecer la vuelta al ruedo.

PACO OJEDA (de rioja y oro) SILENCIO Y OVACIÓN
FINITO DE CÓRDOBA (de blanco y plata) OREJA Y SILENCIO
EL JULI (de cielo y oro) SILENCIO Y OREJA CON PETICIÓN DE LA SEGUNDA

Enorme expectación la que aguardaba en la que sería primera corrida del ciclo. Y no era para menos, regresaba a los ruedos el fenómeno Ojeda, alternando con el otro gran fenómeno de final e inicio de siglo Julián López “El Juli”, completando el cartel Finito, que curiosamente venía a presentarse como nuevo en esta plaza al igual que Ojeda.
Una generación separa al de Sanlúcar y al del foro. Es una enorme admiración recíproca que les lleva a mostrar las mejores de sus armas por las cuales han logrado esos objetivos tan distintos pero tan iguales.
No perdió detalle Julián de lo que en el ruedo hacia Ojeda. Jaleándole, animándole, aconsejándole para alentarle en esta que ha sido primera gran cita de ambos.
Pero el lote no se lo llevó ninguno de los dos, porque el lote, o mejor dicho, el toro de la corrida se lo llevó Juan Serrano. Un gran toro que no se vino abajo en el caballo, aunque casi hubiese sido lo lógico tras llevarse un fuerte puyazo, de hecho apretó lo suyo, y que después en el último tercio obedecía a la muleta antes de que se le ofreciera, siguiéndola hasta el final con clase y bondad. Un magnífico toro que mereció la vuelta al ruedo no otorgada finalmente. Sin duda disfrutó con él Finito, y se gustó en varios pasajes.
Alargó en demasía la labor con el bondadoso quinto por lo que escuchó dos avisos.
Ojeda venía mentalizado, eso se veía a leguas. Después quiso apoderarse con su singular estilo de los terrenos de su primer toro, pero este no lo dejó. Sí se lo permitió el cuarto, con el que Paco Ojeda pudo esbozar un breve muestrario de cómo entiende el toreo. Lástima de las fuerzas del animal.
El Juli se llevó el lote. El lote en lo negativo, pues no pudieron ser más deslucidos los dos toros con los que tuvo que pechar. Eso no fue motivo para que el madrileño dejara claro el sensacional momento por el que atraviesa. Su primer toro salió con un descaradísimo defecto en la vista. Demasiado esperó el palco en sacar el pañuelo verde, pues no hacía falta ver como tomaba el primer capotazo en el que a punto estuvo de arrollar al torero. En su lugar salió un toro de Guadalest, playero de cuerna y de pésimo comportamiento. A pesar de ello no dejó de brillar su sempiterna responsabilidad de figura. Brilló en un ceñido quite por chicuelas, brilló en los tres pares de banderillas, y brilló en una faena de muleta en la que dejó claro quien mandaba allí. Con una larga cambiada recibió al sexto toro, pero pronto dejó claro el morlaco que no iba a colaborar lo más mínimo. Nuevamente cubrió con mucha lucidez el tercio de banderillas. Y otra vez nos dejó asombrados por los increíbles conocimientos mostrados para poder sacar muletazos imposibles, que nadie pensaría que los pudiera sacar. Faena de un valor notabilísimo. Se volcó en la estocada y le fue otorgada una oreja que debieron ser dos a tenor de cómo se mostró el joven maestro toda la tarde ante un lote absolutamente infumable.


 

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