EL PÉSIMO JUEGO DEL GANADO IMPIDE EL LUCIMIENTO EN GUADALAJARA

GUADALAJARA (México). 21 de enero de 2002.

Una corrida grande, gorda pero, ante todo, mansa de Fernando de la Mora marcó la tarde. No hubo un toro que se prestase al más mínimo lucimiento, y todo amago de animosidad por parte de los toreros, quedaba en mero intento ante las nulas condiciones del encierro. Eso sí, los tres diestros anunciados mostraron disposición para responder a la gran expectación reinante (casi lleno en el Nuevo Progreso). Zotoluco dio la vuelta en su primero siendo aplaudida su labor tras doblar el cuarto de la tarde. El Juli vio aplaudida su actuación con el primero y silenciada con el imposible quinto. Mientras que Jerónimo escuchó sendos silencio tras arrastrarse los animales que formaron su lote