Crónicas

Crónicas de Julián López

EL JULI LO BORRA TODO

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
27/11/1999 Aguascalientes El Juli, Jerónimo, EL CACHORRO Xajay Silencio, ovación y vuelta

AGUASCALIENTES (MÉXICO). Sábado 27 de Noviembre de 1999.

FAENÓN DE EL JULI EN SU DEBUT COMO PADRINO

En México tienen la magnífica costumbre de echar el toro sobrero sí el público quiere ver al torero que no ha tenido oportunidad con los toros anunciados y éste se ve con motivación suficiente para lidiarlo y también para costeárselo. Se denomina el toro de regalo. Y vaya regalo el que nos ha ofrecido Julián López El Juli ésta noche. Gracias a esto pudimos observar una obra de arte, llena de pasión y emotividad. Cada muletazo de Julián a Fenómeno, que así se llamaba dicho astado, era un resorte del público que brincaba sobre sus asientos ante tan extraordinario acontecimiento.
Por otra parte El Juli otorgó su primera alternativa al doctorar al diestro Javier Gutiérrez El Cachorro. El joven maestro se convierte así en uno de los matadores de toros más jóvenes de la historia en dar su primer doctorado. En realidad no importó el repetido fallo con los aceros de El Juli porque, aunque al final salieron todos a pié, la gente al único que quiso sacar en hombros fue al Juli, e incluso le auparon un par de veces, pero éste se negó en señal de respeto a sus compañeros que, curiosamente, fueron los únicos que cortaron orejas.
Se lidió un encierro de Xajay, uno de ellos de regalo. Muy bien presentados y desiguales de juego, destacando 1º, y sobre todo 3ª y 7ª.
EL JULI de fucsia y oro (Silencio, ovación y vuelta clamorosa en el de regalo)
JERÓNIMO de verde botella y oro (Dos orejas y silencio)
EL CACHORRO de rosa y oro (Dos orejas y silencio)
A El Juli le trataron como si de un viejo maestro se tratara. El público se mostró muy frío con él reaccionando sólo en momentos aislados. El lote fue realmente infumable sobre todo el primero con el que se dio mas coba de la que realmente el toro merecía. Triunfador, que así se llamaba el cuarto mejoró ligeramente lo presente y permitió torear lucidamente con la capa. Jerónimo entra en quites por chicuelinas y El Juli responde por caleserinas. A éste sí lo banderillea para colocar tres pares, dos de ellos muy buenos por los adentros. Comienza la faena sentado en el estribo para esperar la embestida de un toro muy reservón pero que, gracias a la muleta de El Juli, repetía aunque bruscamente en el segundo y tercer muletazo. Se gustó al natural toreando muy largo y rematando las series con pases de la firma y varios pases del desdén.
Pero la apoteosis llegó con Fenómeno, que nada más salir de chiqueros se le vio con otras hechuras distintas a la de sus hermanos. Después de lancear con corrección, citó en los medios para dar mecidos delantales y otro par de chicuelinas maravillosas con dos adormecidas medias. Un primor. Cogió los palos para clavar en otros terrenos distintos a los del anterior. El lío era ya fenomenal!. Y Fenómeno seguía metiendo la cabeza con minucioso temple. Más relajado que nunca El Juli comenzó la faena sin molestar al animal en bellos trincherazos y pases de la firma. Después de la tanda derechista el monumental cambio de mano por la espalda, que repitió dos o tres veces más. Los derechazos se convertían en circulares y los naturales de vuelta entera. Gustaba Julián de ligar el último muletazo de las series con los de pecho sin enmendarse. Y después improvisar con otro circular completo, o redondo invertido, o de trinchera... Una maravilla, de autentica variedad e inspiración. Con una leve petición de indulto El Juli vio cuadrado al toro a la salida de un muletazo y se tiró de inmediato sobre el morrillo, pinchando ante un estruendoso grito de lamentación. El pinchazo era hondo y permitió descabellar cosa que consiguió al cuarto intento. Aunque el rabo de Fenómeno voló, la gente obligó a Julián a dar una clamorosa vuelta al ruedo. Incluso le levantaron a hombros un par de veces, pero obligó a que lo bajaran para salir a pie en compañía de sus alternantes.
Decir que Jerónimo estovo inmenso en su primero, al que después de una estocada muy baja cortó dos orejas. En su deslucido segundo nada pudo hacer.
Y que el recién doctorado El Cachorro, echó toda la carne en el asador en el toro de la alternativa al que cortó las orejas, y que en su segundo también puso mucha voluntad, y que pegó un montón de péndulos en una faena poco estructurada. A su primero lo despachó de una muy buena estocada, pero en su segundo podíamos decir que no tuvo demasiada fortuna.

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