Crónicas

Crónicas de Julián López

Apoteósis de El Juli cortando cuatro orejas y un rabo

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
24/05/2001 Nimes Jesulín de Ubrique, El Juli Victoriano del Río Oreja, oreja y dos orejas y rabo

NIMES (Francia). Jueves 24 de Mayo de 2001
Con un espectacular lleno de "No hay billetes" se ha lidiado un encierro de Torrealta, muy bien presentados y de magnífico juego.
Jesulín de Ubrique (de blanco y oro) silencio, ovación y dos orejas; y El Juli (de verde manzana y oro) oreja con petición de otra, oreja y dos orejas y rabo

www.eljuli.com

El Juli ha cosechado un triunfo apoteósico en el coliseo romano de Nimes, donde ha saldado su extraordinaria tarde con un resultado numérico espectacular.
Julián cortó el primer trofeo (que debieron ser dos de haber atendido el presidente la petición del público), tras una faena poderosa, rebosante de maestría e imponiéndose a la encastada embestida del animal. Paseó la segunda oreja tras una lidia compacta, sin lagunas y que tuvo continuidad con las cadenciosas tandas de muletazos por ambos pitones.
La lidia del quinto y sexto toro se vio envuelta bajo el cobijo de una lluvia torrencial. Lejos de venirse abajo, El Juli se creció y echó las rodillas en la piscina para torear espectacularmente por verónicas de hinojos. Mantuvo el clamor de la lidia con el brillante tercio de banderillas; Y terminó por consumar el alboroto en el último tercio. Julián toreó a placer al buen toro de Borja Prado. La apoteosis de la tarde se resumió en el histórico rabo que paseó el monstruo.
Jesulín recibió una ovación en el tercero tras silenciarse su labor con su primero. Con el quinto, el mejor toro del encierro, el de Ubrique plasmó una faena maciza y bien estructurada que, al ser rematada con la espada, valió el par de trofeos otorgados y por consecuencia la salida en hombros al lado de Julián y junto al mayoral de Torrealta, que compartió el triunfo con la pareja que protagonizó éste fenomenal mano a mano.

Marc Lavie

El Juli se ha alzado otra vez como gran triunfador en el coliseo romano y ha podido con sus tres toros. Primero con el segundo, un toro encastado al que sometió con autoridad y al que toreó a gusto, antes de colocar una buena estocada de fulminante efecto. El cuarto no anduvo sobrado de fuerzas y El Juli, que se había lucido en un quite por tafalleras, lo toreó otra vez con mucho poder, muy centrado, por ambos pitones. Volvió a matar a la primera, cortando otra oreja.
La apoteosis llegó con el sexto, un toro castaño que embistió con muchos pies en el capote del madrileño. El torero se recreó a la verónica de rodillas y llevó con garbo a su enemigo al caballo. El toro se empleó en dos encuentros con los piqueros, con mucha fuerza en el primero. Después de un muy brillante tercio de banderillas, El Juli ligó una faena magistral en el centro del ruedo, cuando éste empezaba a ser un barrizal. Una faena con tandas muy vibrantes por ambos pitones, conectando con la gente en cada instante y llevando el delirio a los tendidos. No importó que El Juli pinchara una vez para que cayeran los tres pañuelos del palco presidencial y se abriera la famosa Puerta de los Cónsules, para los dos protagonistas de este mano a mano, el ganadero y el mayoral de la ganadería.

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