Crónicas

Crónicas de Julián López

PAMPLONA, A LOS PIES DE EL JULI

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
11/07/2001 Pamplona Morante de la Puebla, Eugenio de Mora, El Juli Santiago Domecq Oreja y dos orejas

Pamplona, 11 de julio de 2001

EL JULI CORTA TRES OREJAS Y CONQUISTA LA PUERTA GRANDE DEL COSO DE LA MISERICORDIA

Galería fotográfica de mundotoro con el triunfo de El Juli en Pamplona el 11 de julio de 2001

Plaza de toros de Pamplona, séptimo festejo de la feria de San Fermín. Se lidiaron seis toros de Santiago Domecq, que por la mañana habían protagonizado un emocionante encierro. Ejemplares muy bien presentados, serios , astifinos y de juego desigual. Lleno de NO HAY BILLETES y expectación tremenda ante la presencia de Julián López "El Juli" en el cartel.

Morante de la Puebla (de rosa y oro) SILENCIO Y OVACIÓN
Eugenio de Mora (de rioja y oro) OVACIÓN Y SILENCIO
Julián López "El Juli" (de lirio y oro) OREJA Y DOS OREJAS

La afición de Pamplona acabó la tarde rendida a los pies de El Juli después de que el diestro protagonizara dos intensas e importantes actuaciones antes los astados de Santiago Domecq. Primera salida a hombros de un torero de a pie en lo que va de feria . Para el madrileño, que volvía por segundo año consecutivo a la Feria de San Fermín, significa su primera salida a hombros de matador en el coso de la Misericordia. A continuación ofrecemos un resumen de prensa que refleja cómo El Juli conquistó la plaza pamplonica.


Por Zabala de la Serna (ABC)
EL PODEROSO IMAN DE EL JULI

El Juli es el bálsamo que todo lo arregla. Esconde un imán que enciende e hipnotiza a los públicos. Corre, salta, se arrima como un necesitado; salva a la empresa, tapa al ganadero, justifica su caché e incluso lo eleva. Y si además mata con el estilo y la seguridad con que estoqueó al sexto por el mismo hoyo de las agujas, apaga y vámonos.
Donde los demás aburren, el Juli divierte. En su poder está esa capacidad de las grandes figuras de todos los tiempos para conectar con los tendidos a una velocidad endemoniada. Ante los ojos de esa masas lo malo parece menos malo y lo bueno , mejor, Metió al domecq en la muleta, le pulió los defectos, como ese vicio andarín que incomodaba al principio de faena para encontrar la colocación adecuada, y terminó callando a una plaza que no guarda silencio ni debajo del agua. Mediada su labor, ya completaba el redondo hasta convertirlo en circular. Ya antes había buscado siempre la ligazón hasta lograrla, limaba la condición gazapona del cornalón oponente, cuyo velamen, por cierto, imponía. Hubo un par de pasajes zurdos, al principio y casi al final de la obra y sobre todo, un volapié que levantó al genio de sus asientos y que despejó dudas.
Al del ímpetu, le cortó una oreja. Había clavado un buen par por los adentros, especialmente porque la salida de la cara del toro resultó más pausada que en los otros anteriores, al cuarteo y al sesgo. Inauguró el último tercio por estatuarios y siguió sobre la derecha. Y en estas el jabonero le envió un recado al muslo de salida que le deshilvanó la taleguilla como una cuchillada traicionera. Media estocada y un descabello precedieron a una oreja, producto de ese poderosos magnetismo que ejercen los fenómenos de masas. Al final, El Juli despertó a todos.

Por Javier Villán (El Mundo)
EL JULI, TRES OREJAS Y A HOMBROS

El Juli cortó tres orejas, mató como Dios al sexto y dejó saldadas las cuentas que algunos en Pamplona le tenían pendientes. El Juli sigue teniendo las virtudes que lo han aupado al trono que ocupa en estos momentos: raza, amor propio, y ambición de triunfo. Ayer en la plaza de Pamplona hubo dos concepciones del toreo: la de los exquisitos ausentes y la de aquél que en cada tronera de los burladeros ve una Puerta Grande. El vicio y la necesidad del triunfo los derrocha a raudales ... creo que cada vez se va asentando más y busca una encomiable sobriedad. En esas circunstancias he de decir que El Juli exprimió todas las posibilidades de los bonancibles y manejables toros de Santiago Domecq. Además, el sexto ha sido uno de los toros de más cuajo, presencia y raza de esta Feria. El Juli ligó los pases en los terrenos precisos y entró a matar como un cañón y se lo cargó a la primera.

Por Juan Posada (La Razón)
EN PAMPLONA, EL JULI, TRES OREJAS Y A HOMBROS, JUSTIFICÓ EL DINERO QUE GANA.

Durante su faena se acabaron los cánticos y todos estuvieron pendientes de su actuación.

El Juli dio muestra de lo que debe ser un torero joven con ilusión y ganas. Anduvo ante los toros con valor consciente, base de los principios elementales y eternos del arte de torear. Su denonada entrega acalló las músicas y canciones, señal inequívoca de que todos estaban pendientes de su acción ante el toro. Por ello es la máxima figura del toreo actual.
El Juli demostró por qué es el que más cobra. no ceja ante las dificultades. Se quedó con el personal desde el quite por chicuelinas en el centro del ruedo. Con la muleta dio esa sensación de torero encelado que disfruta ante el toro y que posee desmedida ambición. Y eso gusta; el público desea admirar a los toreros y El Juli se hace porque se arrima sin cuento. Faena iniciada con estatuarios en el centro del ruedo y, buscándole siempre el pitón contrario, series con la derecha. Se lo pasó cerca, tanto que recibió un pitonazo en el muslo que le rajó la taleguilla. Sin inmutarse, con la muleta adelantada en la mano izquierda, sin dejársela enganchar y dando mucho espacio, toreó por naturales llevando al toro a la distancia correcta. Luego adornos, variedad y sobre todo transmisión emotiva que obró el milagro de que nadie cantara ni una nota durante su labor.
Desde los lances iniciales al sexto, ganándole terreno, se vio que El Juli estaba dispuesto. Cumplidor en banderillas, sacó fuera a la res y, sin más preámbulo, citó con la izquierda desde largo. Las primeras embestidas bruscas lo obligaron a adelantar mucho el engaño lo que comenzó a domeñar el nervio del animal. Con la derecha, bajó mucho la mano, tras cruzarse a cada muletazo. Los siguientes naturales, con la tela menos adelantada para que la corta arrancada pareciera mayor. Faena valiente y muy inteligente, siempre dando el pase adelante. El estoconazo final, perfecto.


Por Bayoneto (Mundotoro.com)
EL JULI REVIENTA LOS SANFERMINES

Muy en figura, sobrado, dejando el agobio para otros, El Juli puso goma dos a estos Sanfermines. Alto el listón por capacidad, entrega y poder. Por ambición y torería, por fondo y forma. Alto incluso en una tarde de matices,
La faena al jabonero tercero, mimado en la lidia, de embestida pronta pero topando sin clase, fue medida, concisa y notable con un Juli firme e inteligente que pronto le cogió la distancia en la que el toro derrotaba menos (llegó a partirle la taleguilla). Una faena que tomó el grado de anécdota tras la lidia del quinto, un ejemplar muy serio, pero bajo, hondo y de armonía de cuerpo que salió como cuando se abre una gaseosa, amagó con venirse abajo, se le perdonó en el peto y llegó descompuesto y muy a su aire en banderillas, poniendo al torero en apuros.
Una tanda por el pitón izquierdo y colada para demostrar que aquello iba de poderes y cuando El Juli se la puso por delante con la diestra en la distancia, el toro la tomó encontrándose con el engaño al final de cada muletazo, y casi sin tocar, ligarlos muy largos y por abajo. Rompió por ahí el toro detrás de una muleta que nunca achicó ni rectificó espacios y que tuvo la arrogancia (gesto de torero sobrado) de volver a citar por el pitón izquierdo arriesgando un triunfo y el propio físico. La estocada, de libro.

Rota la feria, la cuestión está en dónde puede colocarse el listón este torero, capaz de poner de acuerdo a los de sol, bárbaros civilizados de corazón guerrero (su nuevo grito de guerra es el de ¡Juli, Juli¡) y hasta donde está dispuesto el resto del escalafón a arriesgar en esa tierra de nadie que pretende dejar de por medio El Juli.

Por Juan Miguel Núñez (EFE)
EL JULI ATACA TAMBIÉN EN PAMPLONA

La plaza apenas se había estremecido en los dos primeros toros cuando El Juli se hizo presente para recibir de capote al tercero. Un quite en el que mezcló chicuelinas y navarras fue la primera llamada a la diversión. Más importante fue la variada apertura de faena. A partir de ahí la faena fue resuelta y bonita, sobre todo por el pitón derecho, El mismo ambiente del principio también al final, con un molinete de rodillas y otro pase más por alto de igual guisa. Mucha más altura tuvo la faena al sexto, porque el toro aportó bastante más y porque el propio torero se metió muchísimo con él. El astado impresionaba mucho por las pavorosas defensas que lucía. El Juli lo vio desde el principio y por eso la faena no tuvo dudas ni pausas, ni mucho menos interrupciones, todo lo contrario, las series del toreo fundamental surgieron con mucho ritmo y magnífica conjunción. El Juli toreó muy en corto y sobre todo muy seguro.

Por Óscar Andía (Burladero.com)
LLEGÓ, VIO Y VENCIÓ

El Juli ha conquistado Pamplona tras una faena al sexto de la tarde. Otra cosa ha sido su segundo toro, un colorado ojinegro, al tomar la franela se barruntaba algo importante, y lo hubo. El Juli embarcó al burel con dos series por la derecha en la que se destacaron muletazos de muy buen trazo. Corrió la mano y el toro se acabó rindiendo a la muñeca del torero. Lo mejor sin duda fue una serie al natural obligando al astado y logrando pases por un pitón por el que el toro no se desplazaba. El Juli hizo que el burel pasara por ese lado y como les digo la serie fue de mucho mérito. Doblegó el diestro al animal y se puso a la plaza de su parte, y además mató de un estoconazo y se destapó el delirio en el coso. Otra plaza que se mete en el esportón de este torero y van...


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