EL PRESIDENTE PRIVÓ A EL JULI DE CONSEGUIR LA PUERTA GRANDE

ZARAGOZA. Martes 12 de octubre de 1999.

13.999 "TONTOS" Y UN "LISTO"

Zaragoza. Ponce, El Juli, Millán. El Torero, Tornay.

Nuevamente se repitió la historia del Sábado y esto ya huele mal. Otra vez le niegan a "El Juli" la oportunidad de salir a hombros del coso de la Misericordia y de nuevo se formó la mundial.
Había que darse cuenta que personas así no merecen presidir una plaza de la categoría de Zaragoza, que dan orejas cuando no las pide nadie y las quitan cuando no tiene sentido denegarlas.
El "listo" en cuestión hizo oídos sordos a todos, en una de las peticiones más unánimes que he visto últimamente. Ni siquiera hubo las típicas palmitas al juez de plaza, de los que gustan de contrarrestar a la mayoría. La bronca fue unánime al igual que los insultos y gritos, por un público ya "mosqueado" por la persecución presidencial que ha sufrido el torero en ésta feria del Pilar.

Con lleno de "no hay billetes" se lidió un encierro de EL TORERO, propiedad de Salvador Domecq y un toro reserva de ROCÍO TORNAY. Excelentemente presentados y muy serios de cara, y de aceptable juego en general. El de Tornay muy astifino, resultó manso.

ENRIQUE PONCE de corinto y oro (-/0)
EL JULI de fucsia y oro (0/-)
JESÚS MILLÁN de blanco y oro, que tomó la alternativa (0/V)

Ponce estuvo bien con la diestra ante el del Torero, pero con el que se lució fue con el manso reserva de Tornay. Un toro muy propio para Ponce y con los que el valenciano suele estar fenomenal. Faena que por un momento nos recordó a la de Sevilla del otro día, pero que al final se diluyó porque el animal desistió de embestir. Aguantó parones y después de una estocada desprendida y trasera, el famoso presidente concedió una oreja.
El Juli se lució en un quite por chicuelinas en el tercero, para después coger los palos para dejar tres pares destacando el tercero por dentro que fue temerario. El toro fue a mejor según transcurría la lidia y más con la templada lidia de Angel Majano. Comenzó Julián sin molestar al animal para empezar el toreo echándose la muleta a la mano izquierda por naturales para después coger la diestra y torear en una baldosa ligando los muletazos con el compás semicerrado. Las palmas echaban humo. Pero la apoteosis llegó con una tanda al natural citando con los pies juntos, dejándose manchar la parte delantera de la taleguilla con la sangre del toro. Un primor de lentitud, cadencia y pureza. Otra tanda más al natural certificaba el faenón. Sólo faltaba la estocada, un volapié que resultó magnífico tras volcarse en el morrillo. El toro rodó espectacularmente a los pies de El Juli. El presi fue listo hasta para dar el trofeo esperando a que las mulillas llegaran al toro para sacar el pañuelo... Y el citado escándalo. Gritos de "fuera- fuera" o "fuera del palco" se corearon unánimemente al igual que graves insultos que no proceden mencionar.
El quinto no quiso bajar la cabeza por lo que solo se pudo conseguir lucidos momentos en aislados pasajes.
Pero tema aparte de incompetencias presidenciales o cuestiones personales, quedó la impresión de ver un Juli templadísimo y cadencioso, mas en maestro que nunca.
Tomó la alternativa Jesús Millán que nos sorprendió gratamente por su asentamiento y buenas maneras. Recibió fenomenalmente al toro del doctorado y luego se lució en el quite en el que destacó el remate.
Tras la ceremonia comenzó primorosamente con unos doblones por bajo. Muy buena la primera tanda cuidando mucho las formas. El buen nivel se mantuvo en las tandas al natural, y en las postrimerías de la faena aguantando con sangre fría los parones del toro, que al final resultó el mejor. Mató de pinchazo y estocada caída que valió una oreja.
Derribó el sexto, que desarrolló dificultades que el toricantano resolvió con ganas y entrega. Echó todo a perder con la espada con varios pinchazos y una estocada muy baja. Vuelta por su cuenta.
Al final nueva bronca al presidente de un público que se enfadó al ver que El Juli salía a pie de la plaza.
De todas formas, si no pasa nada extraordinario en lo que queda de feria, el serial del Pilar tiene un triunfador por méritos propios, pese al presidente que le pese. Si no quieres una taza toma dos, algo que no quiso pasar por alto una afición de primerísima categoría.