Crónicas

Crónicas de Julián López

Una tarde más allá de los trofeos

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
20/08/2014 Málaga El Juli, Miguel Ángel Perera, Talavante Victoriano del Río Silencio, ovación

La Razón . Álvaro Acevedo

Tampoco se la dieron a El Juli, y es normal pues no se la pidió nadie por fallar repetidas veces con espada y descabello. Fue tras su acariciadora faena al cuarto toro, uno de esos mansitos que se va sin terminar de irse, que se resbala por fuera de la muleta porque le falta bravura y porque le sobra ritmo. Aunque Juli no pudo retenerlo en su terreno totalmente, cada vez que lo imantó en las telas gozó como un cochino en un charco, dicho sea esto sin faltar. En cuatro naturales inmensos a ralentí, en un molinete ayudado, en un circular interminable... Lo que se dice, a placer.

Cultoro. Marco A Hierro

Como no le vino el primero a un Juli tan capaz que sorprendió en el tendido su visible desconfianza. Máxime cuando le había dejado de inicio verónicas de cadencia, de armonía y de compás a la embestida de franca clase de un toro que se vino abajo al sonar el tararí. Mejor se vio con el cuarto, que tapó con la seria cara la anovillada anatomía y que fue al revés que el abreplaza, porque fue en la muleta de Juli donde sacó lo mejor. Lo tenía estudiado Julián desde los primeros tercios, porque él es como torea. Le dejó llegar en la distancia para verle el tranco, para apuntalarle inercias, para analizar sin reparos el siguiente paso a dar. Luego le dejó el trapo para que lo viera siempre, para que creyese el bicho que había una oportunidad. Y en ese creer que podía fue empujándole las telas a un Julián demoledor cuando el oponente se entrega. Tanto que le firmó el armisticio el toro de Victoriano cuando supo perdida la pelea, y aún entonces lo mantuvo en los medios para dejarle una tanda diestra y un cambio de mano para romperse la camisa. Ganó Julián con el toro, aun sin venirle de frente, pero perdió con la espada lo ganado con las telas.

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