Crónicas

Crónicas de Julián López

El impactante momento de El Juli

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
27/08/2014 Tomelloso Sergio Galán, El Juli, Miguel Ángel Perera, Talavante Montalvo, Capea Oreja, dos orejas y rabo

Plaza de toros de Tomelloso. Lleno de No Hay Billetes. Toros de Carmen Lorenzo (1º) y Montalvo. Sergio Galán, ovacionado; El Juli, oreja y dos orejas y rabo; Miguel Ángel Perera, oreja y dos orejas y Alejandro Talavante, oreja con petición de la segunda, silencio y dos orejas en el sobrero que regaló.

La Mancha Informacion

La tarde vivida ayer en Tomelloso pasará a la historia del toreo no por el resultado triunfal final, que no triunfalista, sino porque convergieron muchos factores para que todo saliera como culminó. El primero fue la expectación creada al juntar en un mismo cartel a tres figuras del torero como son El Juli, Perera y Talavante, con una corrida de garantías y con el complemento de un rejoneador de los punteros. El segundo una política de precios en las entradas acorde con los tiempos que corren y el tercero una promoción del festejo sencilla y directa. El resultado: un llenazo hasta la bandera y un ambiente de tarde grande. Y eso precisamente fue lo que hizo El Juli en el segundo de su lote. Sobar y afianzar a “Rabioso”, que al principio de la faena nadie le echaba cuentas y terminó con gran parte de la plaza pidiendo el indulto. Técnica y algo mucho más importante, capacidad torera, ya que el madrileño no solo se conformó con mostrar a la masa las buenas condiciones del de Montalvo, sino que tiró de raza y dio un auténtico recital de toreo por ambas manos en una faena siempre a más, como el juego del toro. Impresionantes los naturales con las dos rodillas en el ruedo rematados con un gran pase de pecho ante los gritos de “torero, torero”. En ese momento las voces de indulto empezaron desde la grada y El Juli se contagió del ambiente metiendo presión a la presidencia para el perdón de la vida. Pero mientras llegaba o no llegaba el indulto, el madrileño seguía hartándose a torear. Al final entró a matar y dejó un estoconazo que tiró al buen toro sin puntilla y los máximos trofeos fueron a parar al torero y una merecida vuelta al ruedo para el bravo animal.

Cultoro

Con bellas verónicas recibió Juli a un segundo de Montalvo que ya humilló de salida preludiando lo que con la franela expresaría con mucha menos fuerza. Quitó por cadentes chicuelinas antes de brindar a un respetable que se entregaría, desde el primer natural de Julián, a la tauromaquia por el izquierdo del madrileño. Fue así como hilvanó un trasteo de mano baja y eternos pases de pecho. Tras estoconazo, cortó el trofeo. También al cuarto supo Juli sacarle partido. Toro al que le faltó un punto de transmisión y de raza, le clavó el trapo en el morro con imperativo poder para engancharlo con firmeza y terminar ligando tandas. Ofreció una tanda por completo de rodillas Julián, recordando así sus comienzos. Lo llevó largo en el epílogo en los últimos compases del trasteo por ambos pitones, dándose un arrimón que comenzó a atisbar el indulto que se pidió por el sol. Prosiguió al natural con el acero ya en la mano y, a partir de ese momento, la plaza fue un clamor en pro de la obra que acababa de sellar Julián.

Mundotoro

El Juli cortó una oreja del segundo, un toro noble pero escaso de fuerzas. El torero madrileño lo toreó con profundidad y temple sobre la mano izquierda y cobró una estocada. Paseó las dos orejas y el rabo del quinto, al que se dio la vuelta al ruedo, tras un faenón. Toreó siempre con largura y mano baja a un toro para que el acabó pidiéndose el indulto. El Juli cerró su labor en las distancias cortas, con dominio absoluto. Tras una gran estocada, los máximos trofeos.

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