El Juli en plenitud

Plaza de toros de Dax. Feria Toros y Salsa. Lleno. Toros de Victoriano del Río. El Juli, silencio tras aviso y dos orejas; Sebastián Castella, silencio y oreja tras aviso y Román, silencio tras aviso y silencio.

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Le matador espagnol El Juli, après une courte période de désamour, a retrouvé samedi les faveurs du public de Dax (Landes) en réalisant une grande faena primée par deux oreilles lors de la première corrida du week-end "Toros y salsa" devant plus de 8.000 personnes remplissant quasiment les arènes. Les taureaux de Victoriano del Rio étaient correctement présentés, sans kilogrammes superflus, tous finement armés, et ont donné un jeu inégal, les trois derniers étant bien meilleurs que les trois premiers. Si les trois premiers combats furent anodins, par manque de race des taureaux et par l'aspect mécanique du travail des toreros, la corrida a vraiment commencé avec l'apparition en piste du quatrième, de gabarit réduit mais aux formes harmonieuses. El Juli l'a fait peu châtier à la pique et le taureau de Victoriano del Rio a gardé beaucoup d'allant et de noblesse au dernier tiers. Après une brillante compétition à la cape avec le matador français Sébastien Castella, le torero madrilène n'a pas laissé passer l'occasion, embarquant la charge du taureau dans un travail de grande intensité. La première partie de la faena, faite de séries droitières amples et autoritaires, a été très classique, pour une deuxième partie plus baroque, El Juli faisant dresser le public par des circulaires complètes, enchaînées dans le berceau des cornes qui frôlaient l'habit de lumière du torero. Ce moment grandiose a été couronné par une estocade entière, légèrement de côté, le public réclamant et obtenant l'octroi des deux oreilles. Face à son premier taureau, El Juli a enchaîné de bonnes séquences, mais entachées d'une épée basse complétée de quatre descabellos, ce qui lui a valu de regagner la barrière en silence après un avis.

Cultoro

Salió a hombros El Juli esta tarde en Dax tras sellar una gran faena al toro que hizo quinto. Su poder y técnica se vieron encumbrados con la gran embestida del de Victoriano del Río, lo que hizo disfrutar a la plaza al alcanzar grandes cotas taurómacas en ese momento. Pinchó El Juli un gran trasteo al toro que abría la corrida, un serio de Victoriano del Río que humilló de salida peros el fueron olvidando los virtudes a lo largo de la lidia. Julián lo sometió muchísimo por ambos pitones en el comienzo muleteril, llevándolo largo por los mismos y arrimándose al de Victoriano cuando a éste se le acabó el fuelle. El pinchazo antes de la estocada le privó de premio. Se quitó la espinita el de Velilla con el gran cuarto, al que desorejó a base de someterlo un porrón por ambas manos. A de inicio, dejó un gran toreo de capote y fue asentando la planta a la vez que el toro se movía con más clase por momentos. Eso, unido al gran momento que atraviesa Julián ,se compendiaron en una gran faena en la que se gustó muchísimo López, toreando a placer por el pitón izquierdo especialmente al de Victoriano del Río. Ahora sí, el estoconazo en todo lo alto terminó de convencer al público galo para que el alguacilillo le entregara las dos merecidas orejas.

Aplausos. Jean Louis Haurat

El Juli fue el triunfado de la tarde tras cuajar una gran faena al cuarto de la tarde y cortarle las dos orejas. Fue un gran toro de Victoriano del Río, magníficamente presentado. También magnífico fue el recibo capotero de El Juli de manos bajas rematado a una mano en el centro del platillo. Quitó por orticinas Castella con la réplica de El Juli por zapopinas. El toro tuvo transmisión y nobleza y el madrileño supo sacar partido de esas virtudes. Arracó con tres emocionantes pases por alto que enardeció al público. Estuvo inmenso al natural en series con largura, temple y profundidad. Cortó las dos orejas con fuerza y el toro fue ovacionado. El primero de la tarde fue un toro cinqueño, astifino, bien armado, aunque con poca fuerza. El Juli aprovechó la mayor virtud del astado, la movilidad, para realizar una faena técnicamente perfecta por los dos pitones. Seguridad, firmeza y facilidad. Sin embargo, no caló en los tendidos hasta el epílogo cuando acortó las distancias. El público jaleó el toreo en redondo y las manoletinas finales. La estocada trasera necesitó de cuatro descabellos y todo quedó en silencio tras aviso.

Mundotoro

Dax vio la plenitud de El Juli. La tarde no había terminado de levantar el vuelo cuando salió el cuarto, con el que el torero madrileño firmó una faena de extraordinaria capacidad y de sobresaliente hondura al natural. Ya con el primero había mostrado su rotundidad, pero entonces los aceros le dejaron sin premio. El Juli toreó con seguridad y asentamiento al primero de la tarde, un toro de Victoriano del Río que tuvo la fuerza medida, pero que se movió en los trastos. La faena fue calentándose a medida que el torero acortó distancias pero el fallo con los aceros le dejó sin premio. Se desquitó en el cuarto, donde él y Castella firmaron un bonito pique en quites. Fue un toro con clase, acometividad y recorrido y El Juli desplegó su poder sobre ambos pitones, para dar forma a una faena completa y rotunda, que creció en su segunda mitad con tandas de mucha hondura y ritmo al natural.