Crónicas

Crónicas de Julián López

Pletórico El Juli en Dax

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
15/08/2015 Dax El Juli, Jose María Manzanares, Pepe Moral Domingo Hernández Dos orejas, oreja

Llenos. Toros de Garcigrande. El Juli (de rioja y oro) Dos orejas y oreja; José María Manzanares (de negro y azabache) palmas y ovación; y Pepe Moral (de gris y oro) dos orejas y oreja

Cultoro

Lloviendo estaba cuando arrancó el paseíllo con El Juli, Manzanares y Moral ante una plaza llena. Un encierro de Garcigrande esperaba en toriles a la ciudad gala. Dos orejas cortó Julián del primero tras mecerlo suavemente a la verónica e ir alzando una faena en la que se impuso al tranco del animal. López fue ganando terreno a un toro con retazos bravos y comiéndole su condición para ir dominando el tranco del de Garcigrande. Finalmente, y tras romperse por naturales, la estocada valió el doble trofeo. Otra oreja le cortó al segundo de su lote, un toro que recibió a portagayola. Se estiró posteriormente a la verónica para, en faena, ir sonsacando las embestidas del toro, que tenía que tirar de él. Cortó una oreja a la raza.

Aplausos

ien hecho, bajo y armónico el primero, recibido con buenas verónicas ganando terreno a cargo de El Juli. El astado tomó dos puyazos sin emplearse del todo. Julián hizo un precioso quite, mezcla de chiquelinas y cordobinas. Inició con la muleta en el mismo platillo con cuatro cambiados por la espalda. Faena maciza, dibujada en un perímetro muy reducido. Primero por el pitón derecho, luego con importantes series de naturales arrastrando la muleta y dejándola por debajo del hocico del animal, que humillaba con clase, templanza y fijeza. La plaza, un manicomio. Concluyó con pases por alto a pies juntos y tres cuartos de estocada trasera y desprendida y un descabello. Dos orejas. Se fue a recibir al cuarto a portagayola en medio de la plaza, con el piso totalmente encharcado. Emocionante saludo con verónicas ajustadas. El toro, que tomó dos puyazos empujando, tenía dificultades para apoyarse por lo resbaladizo del ruedo. Tuvo mucho mérito la labor de Julián, buscando siempre el ritmo y toreando a placer por el lado izquierdo, el mejor del toro. El público le apludió a rabiar y, tras matar de tres cuartos traseros de estocada, le premió con una oreja.

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