Crónicas

Crónicas de Julián López

El Juli adelanta las Hogueras en el ruedo en la Noche de San Juan

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
23/06/2015 Alicante Morante de la Puebla, El Juli, Talavante Daniel Ruiz Oreja, oreja

Plaza de toros de Alicante. Cuarta de la Feria de Hogueras. Lleno. Toros de Daniel Ruiz, de agradable presencia, desiguales de tipología y nobles en líneas generales. Mas deslucido el primero. El segundo tuvo raza y el quinto, calidad. Morante de la Puebla (de negro y azabache) silencio y ovación tras aviso. El Juli (de nazareno y oro) oreja y oreja con fuerte petición de la segunda. Alejandro Talavante (de marino y oro) oreja y oreja.

Cultoro

Este segundo fue un toro con emoción y con chispa. Gran saludo capotero del El Juli, luego quito con el capote arrastrando por el suelo, el de Daniel Ruiz humillaba una barbaridad. Siempre tuvo querencia hacia los adentros el animal, de ahí que pusiera en aprietos al torero en dos ocasiones. Animal exigente y con motor, un toro al que el Juli cuajó en series de muleta arrastrada por ambos pitones. Aprovechó la humillación del animal para dejar series de importancia. Hubo dos faenas, una primera con el toro embistiendo con mucha transmisión y movilidad y otra cuando el toro se atemperó. Pese a tener un puntito de mansito, se vino arriba en el tercio de muleta. A base de poderío y valor el Juli se montó encima del de Daniel Ruíz, un toro agradecido y con fondo ya que cuando se le pudo se entregó a la muleta del madrileño. Tras un pinchazo y una estocada le cortó la oreja. Palmas al toro en el arrastre. Volvió a templar con la capa El Juli al quito de salida para luego ejecutar un gran quite por "Lopecinas" con el compás abierto. Se desmontaron José María Soler y Fernando Pérez, gran lidia de Álvaro Montes. Faena de mucho temple la del Juli ante el noble y enclasado quinto. El de Daniel Ruíz humillaba, todo lo quería por abajo. Las series al naturales tuvieron gran despaciosidad y templa, por el derecho seguía manteniendo la nobleza pero no tenía la profundidad del otro pitón. Quizás al toro le faltó emoción en sus embestidas para haber llegado más al público. Compacta y faena del Juli, que demostró pasar por un gran momento. Tras un pinchazo y una estocada casi entera cortó la oreja.

Mundotoro. José Miguel Arruego

Respondió la corrida a lo que se esperaba de ella. Tres toreros grandes firmaron una tarde grande, y como suele suceder en estos casos, muy por encima del resultado que indica la ficha. Porque El Juli, autoritario y cadencioso según le exigieron los enemigos, firmó una tarde de cuatro orejas que espada y presidente redujeron a la mitad. Esas mismas cortó Talavante, magnífico con un lote noble pero medido de raza al que hizo cosas geniales. Y para genio, Morante, que hasta hizo de operario para regar el ruedo. Usó la manguera con el mismo temple que luego capote y muleta y un año más dejó su sello en la Feria de Hogueras. El Juli le montó el primer taco de la tarde al segundo. Ya con el capote jugó los brazos con ritmo y compás, reuniéndose con el de Daniel Ruiz que aunque blandeara de salida su raza y el trato que le dispensó el torero le hizo venirse arriba. No le importó a El Juli que molestara el viento para hundirse en la arena y torear de manera soberbia, por el modo de amarrar y soltar la embestida, por la expresión y la hondura con que describió los muletazos, que tuvieron al mismo tiempo estética y profundidad. Después de un apabullante cierre entre los pitones pinchó al toro una vez, y luego tardó en doblar tras la estocada definitiva. Por eso solo cortó una oreja. El quinto tuvo calidad y El Juli, que ya había quitado por lopecinas con quietud y pureza, lo toreó con mimo y cadencia, disfrutando cada embestida y dilatando un punto más la embestida del toro en cada muletazo. Faena de mucho fondo, por el reposo y la largura de los muletazos, acabada de nuevo a milímetros de los pitones, obligando al toro a dibujar ochos siguiendo las telas. El presidente se agarró a un pinchazo previo a la estocada para premiar de modo ridículo una obra magna.

El Mundo. Lucas Pérez

Más duró la lidia del segundo, que de milagro no se llevó por delante a Juli en un estatuario por el izquierdo. Ya había avisado a los peones en banderillas el de Daniel Ruiz de su cambiante comportamiento. Y esa desconcertante forma de embestir tuvo continuidad en la muleta. Unas veces largo y humillado, otras más rebrincado, ahora por fuera, luego apretando por dentro... Pero el Juli, que para todo tiene capacidad de sobra, lo cuajó en todas sus versiones. Relajado por momentos y más enfibrado en otras, su obra llegó con fuerza a los tendidos, en pie con unas ajustadas luquecinas finales. Pero un pinchazo previo y la tardanza en caer del toro dejó la cosa en una oreja y en una ovación para el encastado de Daniel Ruiz. Con muchos pies salió el quinto y lo aprovechó Juli para lucirse con el capote y las recuperadas zapopinas. Siguió el buen nivel en la faena. Profundo en redondo, exigiendo al de Daniel Ruiz al natural, muy largo, en la obra más compacta de la tarde. Y rematada con circulares eternos. Faena de dos, pinchazo incluido, que el presidente dejó en una, lo que no resta en mérito y reconocimiento de una importante tarde de El Juli.

La verdad

'Rejonero', el segundo de la tarde, ya avisó con el capote de su tendencia a vencerse por el pitón izquierdo. Se lo hizo a El Juli y, posteriormente, al banderillero Julio López. Aún así, el madrileño lo quitó por chicuelinas y una cordobina. Sufrió 'El Juli' una colada de infarto nada más echarse la muleta a la izquierda en el comienzo de faena. Soltaba la cara 'Rejonero' como señal inequívoca de una embestida descompuesta. Se echó el torero la muleta a la diestra y por ahí, poco a poco, fue bajando la mano hasta atemperar la áspera embestida. En ese punto de la faena volvió al toreo al natural, una vez que le pudo al toro. Cerró su importante actuación con circulares y luquesinas. La deficiente colocación de la espada le privó de un triunfo mayor. A diferencia de su hermano de camada, 'Tirano' tuvo una embestida más templada. El que hizo quinto no se empleó en el caballo. Quitó 'El Juli' por lopecinas. Exigió el de Daniel Ruiz en banderillas. Pero ante la poderosa muleta del torero, acabó embistiendo con templanza. No le apretó mucho más 'El Juli'. Lo llevó a la altura conveniente para que el antagonista se convirtiera en colaborador de una faena que volvió a concluir por circulares. Otra vez la situación de la espada le impidió redondear el conjunto de su actuación. No hay que ponerlo en el debe del presidente Manuel García.

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