Crónicas

Crónicas de Julián López

Faenón y bronca al palco en La México

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
24/01/2016 México Zotoluco, El Juli, Joselito Adame Montecristo vuelta al ruedo tras petición y bronca fortísima al palco y silencio

ABC

La madurez con la que Julián López «El Juli» declaró que la entrega del público estaba por encima de las orejas que podía conceder el juez fue la misma con la que bordó un faenón de locura en la Plaza México. Esa bella obra de arte tuvo un gran mérito porque se la hizo a un toro que, aunque tuvo buen fondo, sólo quiso mostrarlo en las tablas. Aquella faena de hace 11 años al bravo y noble «Trojano» que indultó Julián en la Plaza México, se quedó atrás según el propio autor con la de ayer. Y es que difícilmente se podrán pegar esos naturales deletreados que logró, o esos muletazos sin ayuda y cambiándose la franela de mano por la espalda, logrando que el toro fuera y viniera en torno a Julián, quien, como un eje, no se movía de su sitio. ¡Un faenón, sí señor!, que rubricó con una estocada ligeramente caída, pero no con un bajonazo como lo declaró el juez Ruiz Torres, que él vio desde su palco y por ello no concedió la oreja. La bronca fue monumental, ensordecedora. Igual quizá como aquellas que han escuchado los presidentes en Las Ventas cuando dos veces le han negado la Puerta Grande a Joselito Adame. Esa entrega le devolvió la sonrisa a Julián, que después de pedir permiso a la autoridad para la faena a su primero aventó de mala manera la montera al callejón. Una sonrisa amplia de satisfacción y hasta de supremacía porque ver a más de 30 mil espectadores entregados vitoreándote sólo en la Plaza México, un escenario que a veces los propios toreros españoles con sus actitudes y exigencias han tratado de demeritar, pero que ayer con justicia se entregó a un torerazo como siempre lo ha sido el madrileño. Terminaba una emocionante vuelta, y en una escena pocas veces vista, la mayoría del público le exigió otra a Juli, quien ya no quiso dar más. «La salida de la plaza fue tremenda», nos contaba su apoderado Luis Manuel Lozano, que se apunta otra vez un triunfo, sólo que ahora con El Juli en La México.

Aguasdigital

El juez de plaza, Gilberto Ruiz Torres cometió un auténtico atraco contra el madrileño Julián Lópe "El Juli", al no otorgarle ningún trofeo, tras plasmar una faena en que nuevamente mostró que reúne una capacidad sin límite, en la décima quinta fecha de la temporada 2015-2016 en la Monumental Plaza de México. "El Juli", con el segundo toro dio una lección de maestría. Firme, con mucho sitio y derramando una torería que lo hace estar en una primerísimo plano, el español plasmó una faena de gran altura. Estuvo siempre en la distancia precisa, con un desparpajo sorprendente, una estructuración casi perfecta y con pases de una dimensión increíbles sobre un natural que ahí queda. El trasteo fue de menos a más para ponerle punto final con una estocada honda, desprendida. Pese a la insistencia del público en la petición de trofeos el juez no los concedió. El torero dio una vuelta al ruedo entre aclamaciones y lanzamiento de prendas de vestir en medio de la natural bronca al señor juez.

HORACIO SOTO para Esto

Inexplicable actitud del juez Gilberto Ruiz Torres al robarle descaradamente los trofeos al matador Julián López “El Juli”, quien ha realizado una faena de antología en la Plaza México al magnífico toro 167, Malagueño con 540 kilos de la ganadería de Montecristo, cuando la plaza en pleno solicitaba el rabo de ese toro. Desde luego el juez debió haber tenido un motivo para no haber premiado esa obra de arte del diestro madrileño, pero por muy importante que haya sido la razón para actuar de esa manera no se justifica de ninguna forma. Desafortunadamente no pudimos entrevistar al juez, si así se le puede llamar, para que explicara el suceso que encendió los ánimos del público que a coro pedían su cabeza, solicitaban la presencia de otro juez y salió a relucir la “porra” que utilizan los aficionados al futbol para censurar de fea manera su desempeño. Fue una tremenda bronca para el juez, que violó el reglamento taurino ya que la primera oreja la otorga el público y la segunda el juez. La actitud del juez echó a perder la tarde al negar esos trofeos ante poco más de 30 mil espectadores que abarrotaron la Plaza México y se deleitaron con esa obra maestra, de leyenda que será inolvidable. El Juli deleitó a la concurrencia con una serie de verónicas, bajando los brazos y rematar con una media de alarido. Luego de la suerte de varas, Julián ejecutó chicuelinas y remató con una revolera también entre sonoros olés. Ya con la muleta se dio a torear y cuajar una faena que enloqueció a la concurrencia. El toro se fue a la querencia y de ahí lo sacó “El Juli” y ofreció una sinfonía de ayudados, largos templados uno en redondo, otros girando únicamente para hacer estallar en el delirio a los aficionados. Hubo un pasaje que quedará en la óptica de los que lo presenciamos luego de un ayudado despatarrado hubo un cambio de mano y con la zurda eslabonó un natural con la mayor despaciosidad posible y se hizo interminable con un olé igual de interminable. Y por ahí siguió esa obra de arte que tuvo una variedad de pases existentes en la tauromaquia. Combinando la dosantina con el ayudado, natural de pecho y el desdén. Todo un solo de muleta que intercaló en el concierto muleteril. Julián estuvo inconmensurable por momentos y deletreó algunos pases con temple y arte. Esos cambios de mano resultaron de programa. El Juli se fue por derecho y cobró un estoconazo en medio de cerrada ovación y el público solicitando a coro los máximos trofeos, que nunca llegaron. Cuando se pensó que solamente se hacía el remolón, mantuvo su posición y no soltó prenda. En cambio se escucharon los consagratorios gritos de torero… torero… y dio la vuelta devolviendo prendas de vestir de todo tipo. Y en el centro del ruedo una explosiva ovación. El segundo de Julián López lo protestaron fuertemente considerando el público que no era para ser lidiado en la México. Pobre cornamenta y una carita de joven y lo que le pudo haber hecho no se le iban a tomar en cuenta y cortó por lo sano. Pitos al toro.

LA Prensa México

"El Juli" enfrentó a "Malagueño" de 540 kilos, con el que logró una faena variada, lucida y muy templada, pese a que el enemigo resultó manso, pero con mucho juego y obediencia, lo que aprovechó el madrileño para lucirse. Sin moverse, "El Juli" le dio muletazos por ambos lados, de espalda y en redondo, ante la locura del público que de inmediato se puso de pie para aplaudir la valiente y templada labor del español. Mató de espadazo caído y ahí perdió la oreja que pidió el público. El juez Gilberto Ruiz se llevó una tremenda bronca y todas las protestas del público, al no conceder el apéndice al torero español, quien logró una faena muy completa, pese a la mala colocación del acero. Al final, "El Juli" dio vuelta al ruedo. Con "Picador", de 500 kilos, "El Juli" ya no pudo igualar su labor anterior, en parte por las malas condiciones del toro y también por el disgusto que sufrió en su primer turno, de ahí que abrevió para irse en silencio.

Octavio Lagunas para la Cope

El madrileño Julián López “El Juli” tuvo una tarde de Cara y Cruz. En su primer faena se confió y logró meter a su muleta un toro que se iba a tablas por su falta de casta. Julián supo dominarlo con su sapiencia y reposo. Llegó a pegarles unos muletazos que pusieron a la plaza de cabeza. El madrileño mató de entera caída que produjo derrame para que el inepto del que le dicen Juez Gilberto Ruiz Torres se negara a conceder un premio. Fue fuertemente recriminado por el público que solicitó la oreja. Julián dio una vuelta al ruedo con mucho mérito.

Diario Récord - Méx

El torero español realizó una faena de alta complejidad que se ganó los aplausos de la gente de la plaza; sin embargo, el juez decidió no premiar al Juli por lo antes realizado, por lo que éste no se llevó la oreja a casa. Los aficionados a las corridas de toros comenzaron a lanzarle insultos al juez después de que no decidiera premiar al Juli tras se destacada actuación.

Criterio - Mexico

El faenón que realizó Julián López El Juli al segundo de la tarde en el que metió en vereda a un toro que se refugió en tablas, valía aquí y en China, cuando menos, una oreja, pero el juez de plaza Gilberto Ruiz Torres en un inusual protagonismo negó el trofeo al diestro madrileño, que dio una glamorosa vuelta al ruedo con petición de la segunda. Esa errónea decisión del juez cambió el clima de una corrida en la que Zotoluco mostró dos facetas de maestro, con un toro malo y peligroso, como su primero al que dominó; y otro noble y con calidad, como su segundo al que cuajó. El diestro de Azcapotzalco salió al tercio en su primero. Joselito Adame cortó la única oreja del festejo al sexto de la Ganadería de Montecristo que junto con el cuarto fueron los dos mejores toros del encierro. La plaza registró un lleno espectacular en el tendido numerado.

El Excelsior - Mex

Para El Juli fue una tarde de sinsabores después de que a su primer astado le hizo una faena soberbia que tuvo grandes momentos en los tres tercios. Con el capote dejó muy buenos lances ante un enemigo que fue manso y marcó querencia. Con la muleta plasmó derechazos ligados de buena manufactura. Finalizó con buena estocada que el juez de plaza, Gilberto Ruiz Torres, negó premiar con alguna oreja. Con el cuarto de la tarde el español poco pudo hacer. Inició con doblones y regaló buenos pasajes con la muleta por el lado derecho. El toro fue protestado por falta de trapío y los aficionados pidieron que fuera devuelto, sin embargo la solicitud fue ignorada.

Notimex - El Pulso Mx

“El Juli” enfrentó a “Malagueño” de 540 kilos, con el que logró una faena variada, lucida y muy templada, pese a que el enemigo resultó manso, pero con mucho juego y obediencia, lo que aprovechó el madrileño para lucirse. Sin moverse, “El Juli” le dio muletazos por ambos lados, de espalda y en redondo, ante la locura del público que de inmediato se puso de pie para aplaudir la valiente y templada labor del español. Mató de espadazo caído y ahí perdió la oreja que pidió el público.

El País - Efe

El juez de plaza, Gilberto Ruiz Torres, cometió un auténtico ‘atraco’ contra el torero madrileño Julián López El Juli, al no otorgarle ningún trofeo, tras plasmar una faena en la que nuevamente mostró que reúne una capacidad sin límite, en la décimo quinta corrida de la temporada 2015-2016, en la Monumental Plaza de México. … La gran capacidad de convocatoria del diestro madrileño se demostró en una tarde de mucho ambiente, con una entrada con las entradas numeradas agotadas, calculada en las 32.000 personas, la mejor de la temporada. Se lidiaron seis toros de Montecristo, desiguales en presentación, con dos toros protestados por poco trapío y cuatro bien presentados. Resultaron buenos el segundo, cuarto y sexto, mientras que el primero ocasionó peligro y el tercero fue protestado al igual que el quinto, con pocas opciones. …. El Juli dio una lección de maestría en su primero. Firme, con mucho sitio y derramando una torería que lo mantiene en primerísimo plano, el español plasmó una faena de gran altura. Toreó siempre en la distancia precisa, con un desparpajo sorprendente, una estructuración casi perfecta y con pases de una dimensión increíble. El trasteo fue de menos a más, y puso punto final con una estocada honda y desprendida. Pese a la insistencia del público en la petición de trofeos, el juez no los concedió. El torero dio una vuelta al ruedo entre aclamaciones y lanzamiento de prendas de vestir en medio de la natural bronca al presidente. El quinto toro, protestado, no fue bueno, y el madrileño, profesional y siempre torero, hizo lo posible. Lo mató pronto y recibió palmas de los entendidos.

Mundotoro

El segundo fue un toro muy bien presentado, con cara y bien hecho, que tuvo el defecto de ser manso y marcar querencia pero que embistió con calidad. El Juli lo lidió de forma perfecta. Le apretó poco en un quite por chicuelinas pero el toro embistió a su aire. En la primera tanda, muy suave y artística ya se vio la calidad del toro, pero para que no se le fuera a tablas, lo toreó con el compás abierto dejándole la muleta en el hocico. Formó un verdadero lío, con cambios de mano ligados con naturales, toreando a pies juntos con una despaciosidad y largura tremendas; en las tablas incluso abusó de él cambiándose la muleta de una mano a otra. Rindió al público, que se puso en pie en un faenón que no tuvo ni un arrebato, toreando con mucha pausa y naturalidad, y mató de un espadazo algo caído desprendido. Es causó derrame al toro y el Presidente hizo el ridículo negándole al torero las dos orejas o el rabo. A partir de ahí se formó un escandalo: El público mostró su enfado con gritos de ‘¡Puto, puto!’ hacia el Palco, y es que El Juli firmó posiblemente la mejor faena de su carrera en la México - See more at: http://www.mundotoro.com/noticia/un-faenon-y-un-desorden/1271835#sthash.syg34gAY.dpuf

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