Crónicas

Crónicas de Julián López

Otra gran tarde de El Juli en Sevilla, que resulta herido

Fecha Plaza Cartel Ganadería Resultados
15/04/2016 Sevilla Morante, El Juli, Roca Rey Núñez del Cuvillo Ovación y gran ovación

Julián López "El Juli" firmó otra gran tarde en La Maestranza. Tarde de figura, de enorme figura del toreo, que se empeño en meter en el canasto al quinto toro a base de temple y entrega. Cuando lo estaba logrando, el serio toro le prendió dramáticamente, buscandole después con ahinco en el suelo. Julián, estando herido, se levantó gallardemente y completó la faena con la plaza enardecida. Falló con los aceros y perdió premio, pero la ovación de un público en pie se recordará durante años.

Sevilla. Viernes, 15 de abril de 2016. Lleno de "No hay billetes". Toros de Núñez del Cuvillo. Morante de la Puebla (de verde botella y oro) Silencio y dos orejas; El Juli (de nazareno y oro) Ovación tras leve petición y gran ovación; y Roca Rey (de verde hoja y oro) Oreja y ovación.

El Juli sufre una cornada en el gluteo derecho de 15 centímetros.

PRENSA

APLAUSOS. Interesante e intenso resultó el tercio de quites entre El Juli y Roca Rey. Variado el del peruano, con caleserinas y tafalleras; por chicuelinas y una media profunda el del madrileño. Antes, derribó al caballo del picador Diego Ortiz, propinándole una cornada al animal. Utilizó Julián los micrófonos de Canal Plus Toros para brindar la faena a los familiares del ganadero portugués fallecido, Manuel Coimbra. Ya en la muleta, al toro le faltó empujar y rematador. El Juli se mostró muy por encima y lo exprimió por ambos pitones. Al conjuntó le faltó continuidad y ligazón, por ese punto de empuje del toro. Estocada trasera. Faena épica de El Juli frente al quinto, un cuvillo que no transmitía nada. Pero apostó Julián por el toro, que puso todo de su parte, lo dio todo. Faena de disposición de un Juli que no quería irse de vacío. Sufrió una voltereta fuerte por pisar terrenos comprometidos. Perdió una oreja por culpa de la espada. El Juli volvió a demostrar su categoría indiscutible de figura del toreo. Fuerte ovación con saludos antes de pasar a la enfermería por su propio pie, con el público puesto en pie aplaudiendo su gesta.

MUNDOTORO. Buscamos sintaxis para lo de El Juli y haríamos bien en reclamar la presencia de Homero, porque sólo un hombre que quiera tanto al toreo, que tenga esa ambición por quererlo, puede jugarse la vida como lo hizo el el quinto toro. Feo de tipo, áspero, duro y sin la voluntad de meter la cara y pasar una sola vez. No se dejó ir el torero, sino que apretó los dientes, picó espuelas en una faena en la que tirar del toro con el cuerpo tan firme, era jugarse la vida en cada muletazo. Primero lo ‘hizo’, y, ‘hecho’, ya no tenía energía ni voluntad y amagó quedarse en la barriga varias veces. Al vaciar al toro, se quedó el de Cuvillo en la cadera y lo cazó certero antes de tirarle derrotas contra cara y cuello en el suelo. Siguió toreando herido y pinchó antes de ir a visitar a los doctores.

EL MUNDO. A El Juli le hirió su orgullo. Y el orgullo se hundió en sus carnes como si fuera el astifino pitón del quedo toro de Cuvillo. Fue la raza de la figura y la falta de raza del toro la que derribaron al torero, que hacía por remontar al enemigo. Pero se le quedó por debajo y. le levantó los pies del suelo. Las dagas le pasaron por el rostro con el filo del miedo. Juli ya iba herido y hacía por zafarse. Revuelo de capotes y de los que no llevaban capote al quite. El boquete ya estaba en la taleguilla sin saber el alcance. Cojeaba el matador, deshecho el chaleco, desencajado el rostro. Si cobra la estocada, esperaba la recompensa a su entrega. Pero pinchó con el cuerpo y el instinto lastrados. La ovación reconoció el esfuerzo del titán, que saludó jodido. Y pasó por su propio pie a la enfermería.

Fotos: Arjona

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