En la campaña americana indulta dos toros. Uno en la plaza venezolana de Mérida, al toro “Peregrino” de Rancho Grande”. Y otro en la Monumental de México el 5 de febrero de 2005, en otra faena para su historia personal y también para la misma Plaza México que ya le ha visto salir en hombros hasta en 12 ocasiones. El Juli indulta a “Trojano” de Montecristo tras una auténtica obra de arte.
En la temporada española se suceden grandes faenas, confirmando el excelente momento de madurez por el que atraviesa el maestro madrileño. Sufre una cornada de próstico grave en Valladolid, pero apenas seis días después reaparece en Murcia. Por séptimo año consecutivo se mantiene en lo más alto de la torería, consolidando su liderazgo en la Fiesta.