ES UNO DE LOS TOREROS MÁS RECLAMADOS. DEBUTÓ EN PAMPLONA EN 1998 Y ESTE AÑO HARÁ SU PASEÍLLO 25 SI CONTAMOS LA NOVILLADA INICIAL. INCONFORMISTA, JULIÁN LÓPEZ ‘EL JULI’ QUIERE VOLVER A TRIUNFAR EN LA FERIA DEL TORO, DONDE NO FALLA DESDE EL AÑO 2000. ASEGURA SENTIRSE FELIZ EN PAMPLONA.  texto IGNACIO MURILLO. 

JULIÁN López Escobar, madrileño de 1982, llevó más tiempo una muleta y un capote que el chupete. Desde niño mostró su particular afición por torear, algo que su familia también le inculcó y facilitó al apuntarle con 7 años a una escuela de tauromaquia. Tuvo que partir a México para formarse como novillero, ya que es España encontraba dificultades para torear por su es-casa edad. Con 8 años, su regalo de primera comunión fue ponerse delante de una becerra. Con 11 ya cortó dos orejas y un rabo. Tan precoz en su profesión fue Julián que con 12 se vistió de luces por primera vez. En 1997 llegó a México, donde debutó con picadores. Causó gran sensación y consiguió ser el primer novillero español en indultar un novillo en Plaza México. Los datos de El Juli abruman. En 1998 intervino en 82 novilla-das, cortando 199 orejas y saliendo a hombros en 65 ocasiones. Una de esos festejos fue en Pamplona, el 5 de julio, compartiendo cartel con el navarro Francisco Marco.

Estás eran sus declaraciones de entonces y a continuación las que nos ofrece pasados estos años.